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Aviso para los nuevos lectores:
Este One Shot está escrito y retratado fuera de los días por los últimos escándalos del protagonista principal. Así que, desde ahora, dejo en claro que no defiendo a sus acciones ni nada asociado al jugador involucrado.

Espero que no se malinterprete este producto hacia ustedes que es meramente ficticio y que está fuera de lo sucedido últimamente.

Sin más, pueden comenzar con su lectura.

° ° °

Era una gran fiesta. Al igual que otras, donde abunda la elegancia y los lujos del anfitrión aunque el local no hacía justicia a la gran inversión de los anfitriones. Los comentarios hacia el recinto no se hicieron esperar. Sin embargo, la cordialidad estaba ahí.

Las copas de vino iban de un lado a otro, gracias a los meseros y la demanda de los invitados. Así como los aperitivos.

Habían parejas que se dividía entre novios y esposos los cuales conversaban de manera amena entre ellos con su rango determinado: alfas con sus omegas sin importar el sexo. Porque era un mundo que vivían obligados por su naturaleza, a terminar juntos sin importar el contexto.

De todas formas, las risas y sonrisas abundaron en el recinto situado por la Molina. Aunque, había una pareja que pretendía disfrutar de la alegre fiesta: se trataba de una alfa que sobrellevaba la charla con sus amigos, a diferencia de su omega de origen trujillano. Este decidió ignorar la plática y mirar sus alrededores porque no le gustaba estar moviendo su cabeza cientas veces, cuando no sabía el tema en cuestión. 

Nunca pensó fingir tanto en una sutil reunión y esta noche será la excepción.

Sus oídos prefirieron disfrutar de la música peruana. Era más agradable que fingir amabilidad a personas que no tenía algún vínculo familiar o amical con él, muy aparte de los lazos que traían con su esposa. Desafortunadamente.

El hombrecito estaba tan tranquilo, en su único momento de paz, hasta que sintió una mano delgada que tomaba su muñeca.

—¿Podrías sonreír, aunque sea, está vez? –escuchar ese tono agrio, hizo seguir con su plan de no volver a mirarla— Es una falta de respeto que alguien como tú no me haga caso.

Christian no se inmutó ante sus palabras. Cuántas veces no ha escuchado esa misma petición en su vida, antes de conocerla. No iba a ceder.

—Parece que estás en un velorio, por Dios. –giró su cabeza al otro lado sin dirigirle la vista. La sonrisa su alfa creció al verlo en ese estado, sabía que estaba indefenso— Ven, ¿Por qué no vemos esa tierna carita tuya, he? ¿Ah?

La forma en cómo susurraba la rubia solo le producía repulsión. Era muy bajo recurrir a esas tácticas de manipulación. Aún así, siguió con el mismo plan de ignorarla. Solo que no sabía por  cuánto tiempo podía contenerla. Ya le estaban afectando sus insípidas palabras.

—¡Oye! –empleo su voz de mando, mientras tomaba de su mentón. Pamela estaba harta de que su omega la ignore. Los dos se miraban— Mírame a los ojos cuando te estoy hablando.

Los luceros de aquella mujer perdieron ese encanto que logró enamorarlo. No estaba más. Ahora solo quería estar lejos de su estúpida alfa y ese olor quemado a Eucalipto que quería demostrar dominancia en él.

No hoy.

Entonces, se sacó de su agarre y fue corriendo hacia otro lado del local. Mientras escuchaba de sus agrios labios «¡No trates de faltarme el respeto!» a la distancia.

Criminal +18 [𝘢𝘶 𝘰𝘯𝘦 𝘴𝘩𝘰𝘵]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora