.57.

964 46 0
                                    

Martes 23 de junio (Vivi)

El día de hoy había empezado regular, por no decir que muy mal y continuo bastante peor.

Noa tenía el último día de cole, donde hacían juegos, había pinta caras y comían comida especial, había pizza y patatas fritas y podía beber refresco si previamente nosotras le autorizabamos.

El último día de Noa coincidía con nuestra fecha programada de parto, hoy salíamos de cuentas, desde hoy hasta nuevo aviso Kiki y yo podríamos ponernos de parto en cualquier momento.

Y eso le pasó a Kiki, en cuanto se levantó rompió aguas. La doctora nos dijo que en cuanto Kiki rompiera aguas, debíamos ir al hospital ya que la niña estaba mal colocada y no querían arriesgarse a nada. Por lo que le tuvimos que explicar a Noa que no podíamos ir a su último día de cole, al que podían ir los padres, porque Kiki se puso de parto nos lo íbamos a perder.

En seguida llamamos a Rus y a Martin quienes se iban a quedar con Noa y a llevarlo al cole.

En cuanto llegaron Kiki y yo salimos al hospital. Al llegar explicamos la situación y en seguida avisaron a la doctora y nos subieron a una habitación en la revisarían a Kiki y esperarían a que dilatase.

Kiki todo el rato, pese a estar mala y dolorida, me preguntaba por mi, por como estaba, si notaba algo o sentía algo. La verdad es que yo estaba bien, Ian de momento estaba bien, no le habia notado en exceso.

A eso de las doce y cinco de la mañana bajamos a paritorio y justo en ese momento note como era yo la que rompía aguas. No quise decir nada porque era el momento de Kiki y porque no sentía nada. A las doce y diecisiete nació Vega y parecía una muñequita pequeña y con cuatro pelos negros.

En ese momento cuando Kiki y yo teníamos a la enana en brazos, una enfermera se dio cuenta que yo estaba empapada y que había roto aguas y mi momento había llegado. Kiki pareció recomponerse al instante y pedir una silla de ruedas para mí. Yo estaba bien no me dolía no sentía nada, pero ella había entrado en el modo mi mujer esta de parto y nadie la ayuda y eso era muy difícil de controlar.

Llegamos las dos a la habitación, y a mi me hicieron cambiarme para ver si había dilatado, y no mucho. Por lo que Kiki empezó a decirme que debía ponerme en la pelota de pilates para dilatar.

Mientras yo dilataba, veía a Vega comer y dormir. Era lo mas placentero de la vida, verla dormir en su cuna y respirar.

Kiki se moría de sueño, pero estaba en modo mujer y no se iba a dormir por mucho que el sueño se apoderase de ella. Para no dormirse me preguntaba cada rato si estaba bien o sentía algo.

A las dos la trajeron al comida. Yo no podía comer por si se me complicaba el parto, pero ella si y lo disfrutó bastante porque la habían puesto menú infantil.

Después de comer decidió Kiki que era hora de dar noticias al grupo, por lo que aviso que Vega ya había nacido y que Ian estaba en camino.

A las cinco menos trece minutos me tocaba a mí bajar a paritorio, Ian ya estaba aquí. Kiki se empeño en que quería bajar, por lo que la pusieron en una silla de ruedas y la bajaron a cogerme de la mano. A las cinco y tres minutos Kiki ya tenía a Ian en brazos. También parecía un muñequito, pero tenía cuatro pelos morenos. 

Nos subieron a la habitación de nuevo y no podíamos dejar de mirar a los niños. Avisamos a la familia que ya habían nacido los dos. A lo que nos contestaron que algunos de ellos vendrían en un rato. Sobre todo los que tenían a Noa

- Vivi
- Dime amor
- Lo hicimos
- Ha salido todo increíble
- Sii. ¿Estás contenta?
- Estoy contenta, feliz, con muchísimo amor y más enamorada de ti si cabe
- Yo también siento que me he enamorado más de ti, pensaba que era imposible, pero si. ¿Sabes que es lo mejor?
- Dime
- Que se va a parecer a ti, tendremos el niño más guapo del mundo
- La niña también se va a parecer a ti y va a ser preciosa
- Van a ser los más guapos

Estuvimos un rato más hablando de los pequeños, hasta que nos quedamos un poquito dormidas. Nos despertamos cuando notamos la puerta abrirse.

- Mama mama mama mama
- Hola amoor
- ¿Ya los bebés?
- Ven que te vamos a presentar a tus hermanitos
- Ay síii
- Ven aquí.- le cogí en brazos y lo subí a mi cama.- Mira
- Son muy muy muy chitititos
- Si
- ¿Besito?
- Si cariño
- Noa que sea la última vez que sales corriendo
- Noa
- Quería ver bebés
- Desastre
- ¿Que tal? ¿Como estáis?
- Os traemos un poco de sushi sabemos que Violeta lo ha pasando mal sin él
- Mama, los bebés no tenen pelo como tú antes
- Ya cielo, pero les crecerá como a mí
- Síii
- ¿Estáis bien de verdad?
- Si, ha ido todo muy bien. Primero Vega y luego Ian. Ha sido increíble
- ¿Que tal Noa? ¿Quién se lo queda?
- Pues en el cole genial, ha jugado con pistolas de agua, ha hecho un baile, se ha pintado de Spiderman. Luego se ha ido a comer y no ha debido comer mucho porque cuando le hemos ido a buscar ha dicho que tenía mucha hambre y hemos merendado nuggets
- Te mato Rus
- Un día es un día
- No. Un día no es un día
- ¿Se puede?
- Pasa rubia
- No se yo eh
- Tía mira los bebés
- Voy cariño
- ¿Quién se lo lleva?
- Digamos que Alex y yo vamos a vuestra casa
- Cambiad las sábanas de la habitación que uséis. No quiero que haya restos de Alex por las sábanas
- Ay Vio que mal que asco

Llegó Juanjo, a ver a los enanos y a poner un poco de orden, ya que en cuanto llegó se puso a decir que debían irse a casa porque nosotras debiamos descansar. Y razón no le faltaba

En cuanto se fueron nos trajeron la cena, la mía era de adulto y la de Kiki de niño pequeño. Nos la comimos entre risas y nos dormimos enseguida.
Estábamos reventadas.


----------------
Queda el epílogo y habrá otra

A escondidas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora