32:Escondite

83 20 0
                                    

Después de que Megatrón me dejó (ligeramente) en mi litera, decidí tomar una siesta al mediodía o por la mañana, ya que no tenía nada mejor que hacer.

Y cualquier otra cosa me aburría.

Entonces tome una siesta. Una corta. Estuvo bien. Probé mi voz y sabes que.....¡Todo mejor!

De repente tuve una idea.

¡Podría molestar a todos chillando inútilmente!

Corri hacia knockout.

Llegué a la enfermería y asome mi cabeza para mirar un poco. Megatrón estaba con el, sus heridas goteaban energon. ¿Que hizo?

De todos modos, knockout estaba ocupado trabajando con el y encontré que está era la oportunidad perfecta ya que ninguno de los dos me había notado.

Tomé una respiración profunda.

"¡Criiiiiiiiiiiiiippbbbeeeepp!" deje escapar un grito agudo, lo que provoco que knockout empujara una herramienta afilada hacia Megatrón en estado de shock, lo que le valió un gruñido furioso de Megatrón.

Megatrón enojado le saco la herramienta y miro en mi dirección.

Estaba teniendo problemas para mirar inocentemente.

"No podrías haber tocado-" hablo knockout.

"!SCRIIIIIIIIIIUPBIBIBPIIIII....!" grite por encima de el.

"¡DEJA DE INTENTAR HABLAR!" intento gritar por encima de mis gritos.

Yo continue.

"¡SHOCKWAVE CLARAMENTE SABRA QUE HACER!" Megatrón le instruyó.

De repente me detuve.

¿Dijo shockwave?

Ambos levantaron una cresta óptica en mi dirección, sonreí nerviosamente.

"Lo contactaré" dijo knockout mientras intentaba pasar a mi lado.

Bloquee su camino."Oye, no es necesario, estoy bien" sonreí y junte mis servos.

"Espera, ¿que? Desde cuándo"

"Hace un tiempo" dije con sinceridad.

Los engranajes estaban girando en el procesador de Megatrón cuando se dió cuenta. El gruñó y se levantó.

Lo tomé como una señal para irme y me aleje de su ira. Lo escuché siguiéndome y cuando doble una esquina, una ráfaga púrpura raspó mis espaldas.

¡Casi me dispara! Acelere un poco más. Por suerte gane algo de distancia y llegué a la pista de aterrizaje

Corri hacia el Predacon y salte detrás de el, sacándolo de su siesta. Gruñó antes de mirarme. Su visor se suavizó.

"Tienes que esconderme por favor" le rogué. "Y no me vendas como la última vez" yo añadí.

De repente me empujó debajo de el y se sentó sobre mi como una gallina con sus huevos.

Soy un huevo ahora. ¡Hurra!

Escuche fuertes pasos y luego los sonidos de la transformación. Debe haber pensado que tome vuelo.

Sali debajo del Predacon solo para volver a sentarme encima.

Me alegro que lo haya hecho porque Megatrón acaba de aterrizar nuevamente, afortunadamente no se dió cuenta.

Una vez que se fue, el Predacon me acaricio y me dejó salir.

"Me alegra saber que sigues siendo leal" dije mientras lo acariciaba. Ronroneó y cerro sus ópticas. Me detuve por un momento.

Se abalanzó sobre mis servos como si me dijera que continuara. No lo hice porque tenía curiosidad por saber que pasaría si no cumplía su deseo.

El gruñó y rápidamente continue, su acción agito ligeramente mi chispa mientras lo acariciaba.

"Eres tan lindo" bromee. "¿Quieres jugar otro juego?" Yo pregunté. El Predacon levanto bruscamente su casco en señal de atención. Siento que estos juegos están ahí para entretenerme más que a el. Y el simplemente me estaba siguiendo la corriente. No sé.

"Ok, se llama las escondidas. Uno de nosotros se esconde y el otro intenta encontrarlo, luego cambiamos. ¿Eso suena bien?" Yo pregunté. Agito su cola.

"Tu vas primero, yo contaré veinte clics" dije mientras cerraba mi óptica.

Los clics pasaron rápido, durante los cuales también hice todo lo posible para ignorar sus fuertes pasos.

Mire a mi alrededor y lo ví haciendo todo lo posible para meterse detrás de un gran plato de comunicación.

Me acerque a el y golpee su revestimiento, dejo escapar un pequeño gemido. Me rei. "Tu turno"

En ese momento, cerro sus ópticas y espero, chico inteligente.

Mire a mi alrededor rápidamente, había placas removibles en la cubierta, tal vez podría caber debajo de ellas.

Rápidamente trate de descubrir como eliminarlo, la ira de mi gemelo me distrajo un poco, y pronto lo logre.

De hecho, podía entrar, así que me metí en el pequeño contenedor y volví a colocar el revestimiento. Estaba oscuro, se filtraban pequeños trozos de luz, pero era suficiente.

Escuche al Predacon pisotear aquí y raspar el revestimiento y luego proceder a sacarme.

"¡Miraste!" Lo acuse mientras me bajaba. Mire el enchapado, estaba hecho pedazos, no es mi problema.

Sacudió su Yelmo y me olfateo.

Entendí que podía rastrear mi olor. "Bueno, este juego claramente no es justo para los dos" murmuré.

Olfateo el aire nuevamente e instantáneamente me agarró antes de llevarme a su lugar de descanso en el que estaba anteriormente. Luego procedió a sentarse sobre mi nuevamente.

Escuche la puerta abrirse y unos pasos pesados acercarse con un par de delicados.

"Solo lleva al Predacon tras el" starscream refunfuño.

"Finalmente, una sugerencia que vale la pena y que demuestra que no eres una perdida total de espacio" Megatrón gruñó, su estado de ánimo empeoraba a cada segundo.

"¡No soy un inútil!" Exclamó starscream.

"Tienes un rastro constante de fracasos que dicen lo contrario" dijo mientras lo escuche acercarse.

"Encuentra a Quillux" Le ordenó al Predacon.

Oh, no. Por favor no. El Predacon se quedó quieto, tal vez debatiendo si desobedecerlo. Pero justo cuando pensé que estaba a salvo, me sujeto la pierna y me saco. Dejándome colgando boca abajo frente a un señor de la guerra furioso.

Su expresión era aterradora, haciendo que mi chispa se agitará de nuevo y poco a poco se volviera más dolorosa.

"Suéltalo"

El Predacon me dejó con una expresión de 'lo siento' en su placa frontal.

Megatrón agarro bruscamente mi placa superior de la espalda y me arrastró con el.

"Oye, oye. Puedo caminar" me queje, tal vez no porque mi chispa estaba haciendo volteretas hacia atrás y claramente no aterrizaban bien.

Me miró fijamente, haciéndome acurrucarme, ¿Le tenía miedo ahora?

Juro que vuelvo a ser un espumante cada vez que alguien está enojado conmigo.

El Gemelo de MegatronDonde viven las historias. Descúbrelo ahora