My Heart-Teen Wolf

Episodio 3

Elena estaba en su habitación estudiando

Hasta que Lydia entró a su habitación

Lydia: me acompañas?

Elena: a donde?

Lydia: a la tienda

Elena asintió y se puso un abrigo

Lydia: como te fue en la búsqueda de Boyd?

Elena y Lydia salieron de la habitación

Elena: lo encontrábamos pero no estaba solo estaba con la hermana de Derek

Lydia: Que no estaba muerta?

Elena: Si también pensaba lo mismo

Lydia: y que pasó al final

Elena: Derek se enojó conmigo porque había una flecha que tenía Wolfsbane y te lo juró no iba a usarla pero estaba lastimando a Scott

Lydia: no es tu culpa intentabas proteger a un amigo

Ambas subieron al auto

Elena: y pues Scott dijo que lo mejor era que vaya a casa y de que ellos se encargarían de Boyd y Cora

Lydia comenzó a manejar

Lydia: fue lo mejor después de todo es cosa de hombres lobos

Elena: si puede ser

Elena vio la luna

Elena: la luna llena es muy hermosa

Lydia: lastima que la luna traiga problemas a personas sobrenaturales

Minutos después

Ambas bajaron

Elena le estaba escribiendo a Stiles

Elena: compra las cosas rápido Lydia

Lydia: Elena

Elena levantó la cabeza y no estaban en la tienda

Elena: qué demonios?

Lydia y Elena vieron un cuerpo

Lydia se tapó la boca y segundos después se fue acercando

Elena: no creo que sea buena idea

Lydia: Oh por Dios porque nos pasa esto...por favor no voy a soportar que esté muerto

Elena: Lydia

Lydia: muerto no por favor que no esté muerto por favor que no esté muerto

Lydia se agachó y voltio en cuerpo viendo que era un maniquí

Elena suspiró

Elena: qué clase de broma es esta?

Elena sintió una intuición de mirar arriba y cuando lo hizo vio un cuerpo de verdad

Elena soltó un grito

Por otro lado

Scott volteó al escuchar un grito y sus ojos se activaron

Derek: Scott que sucede?

Scott: Nada estoy bien

Por otro lado

Lydia: ya llame a la policía ahora tú llama a Stiles

Elena sacó su celular y llamó a Stiles

Minutos después llegó Stiles

Stiles: Elena! Lydia! Están bien

Lydia: estamos bien

Elena: por allá él no está bien