❛❛ ¡𝗪𝗵𝗮𝘁 𝗖𝗵𝗮𝗻𝗴𝗲𝗱; ❜❜ Dnf

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Si esos no eran celos, de seguro quería vomitar, pero no sintió el asco o si el vómito subía por si garganta.

George se dio la vuelta y se fue a donde solía irse cuando estaba pensativo o triste.

Observó a lo lejos a Karl, quien hablaba de manera nerviosa con Sapnap.

Luego se encargaría de sacarle la información de como acabo metiendose con el mejor amigo del chico que no le caí nada bien.

Se fue a sentar bajo las ramas de un árbol, revisó la hora; quedaban 10 minutos para que el descanso acabará y las clases iniciaran.

Sin embargo, en vez de relajarse, se encontraba pensando en aquel beso de ese fin de semana.

𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵𝘶𝘷𝘰 𝘣𝘪𝘦𝘯. Se repetía a si mismo una y otra vez, queriendo convencerse de que no le gustó ser besado por el chico Rubió.

Pero de tan sólo pensar en aquellos suaves labios sobre los suyos, hacia que la sangre corriera hacia su rostro con velocidad.

Él decía que fue un completo error, que debía olvidarlo. Pero su Omega interno reclamaba, diciendo que debía no lo fue, deseando que volviera a pasar.

La campana sonó, dando aviso a que debían entrar ya a clases, George suspiro y fue hasta su aula.

Se topó con Karl en el camino, quien le intento hablar, pero George lo ignoro y se fue a su asiento.

Pronto llegó su respectivo maestro, quien empezó a dar su clase, callando las preguntas de Karl con George.

El castaño estuvo toda la clase fuera de si mismo. Desconcertado. Pensativo.

Intentaba concentrarse en sus clases, pero la otra parte de su cabeza pensaba en Dream.

Cada cierto tiempo dirigía su mirada al chico Rubió, mirando que este siempre hacia algo distinto.

O estaba hablando con Sapnap, medio copiaba la información que su maestro dictaba, hacia garabatos en su cuaderno o simplemente hacia el ridículo.

De alguna manera, George no se aburrió de observarlo, y por más que intentaba no verlo, siempre acababa por hacerlo.

La materia del profesor acabo, y pronto entraría su siguiente maestra, Karl aprovechó ese tiempo para preguntar por George.

—George, ¿todo bien con Dream? Cada cierto tiempo estas volteando a verlo. Hasta a mi me das miedo. —

— ¿Qué? Yo no estoy viendo a ese ser tan feo. —

—Claro que sí, no creas que no me di cuenta, ¿es por lo qué me contaste? —

—Estoy nervioso... Recuerda que tengo que quedarme después de clases, y no sé con que cara lo voy a tener que ver.—

Karl hizo una mueca de desagrado. No recordaba eso, tenía sentido, pero aún así, George ni había terminado de contarle todo.

Todavía tenía que contarle lo que pasó en la fiesta, y aun no lo hacía.

Karl se aseguró que Dream no estuviera cerca para escucharlos y fue directo al grano.

— ¿Ahora me contaras lo que pasó el día de la fiesta con Dream?—

—No lo sé. Es vergonzoso tan sólo recordar eso. —

—Vamos, tan siquiera por algún mensaje o llamada, no puedes dejarme con esa duda. — Karl hizo un puchero que a la vista de George fue adorable.

—Claro, pero tu también tendras que contarme lo que pasó con Sapnap. No creas que te salvas. —

Karl iba a festejar, al menos antes de que George dijiera eso.

Sabía que de alguna forma u otra, acabaría por contarle, pero eso no significaba que no fuera vergonzoso.

Su profesora entró al aula, y empezó a explicarle el tema.

George solo deseaba irse rápido a casa.

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Mientras que los demás alumnos se iban con rapidez a sus respectivos hogares, George tardaba más de lo debido en guardar sus cosas.

En verdad deseaba que el mes pasará rápido y dejara de limpiar todos los días.

Dream veía su teléfono mientras esperaba a George para empezar a hacer la limpieza que les correspondía a cada uno.

El castaño acabo de guardar sus cosas y fue a donde estaba Dream, quien le prestó atención y soltó el teléfono.

—Tu barres de ese lado y yo de este, yo acomodo los escritorios y tú limpias aquel mueble. —

—Esta bien, apuremonos.— dijo George mientras iba a limpiar el mueble.

No tardaron tanto como otros días, pero si lo suficiente.

George ya iba a irse, al menos hasta que Dream le hablo.

—Oye... ¿Podemos olvidar lo que sucedió en la fiesta. —

—Pensé que no lo recordabas, claro que podemos olvidarlo. —

Ahora sí, con eso aclarado, el castaño se disponía a irse.

Sin embargo, sintió como lo tiraban de su brazo, atrayendelo hacia la persona correspondiente.

No reaccionó hasta que sintió unos labios estaparse contra los suyos.

Aquellos labios con sabor a duraznos se mezclaban con los suyos.

Los labios de Dream era lo que recordaba de aquel día; un sabor a durazno dulce, pero a la vez ácidos.

Pronto, Dream lo soltó, y George salió corriendo hacia su casa.

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VOLVÍ HIJOS DEL DNF 😽.

Ahora me desaparezco, después d tareas finales, (atrasadas, pendientes, extras, etc) exámenes q valen la mitad d mi nota y estrés x saber mi calificación.

Hoy entregan notas, lo cual significa q valí 3 hectáreas d Burger 🥳.