Our wedding - Nuestra boda

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Publicaré los drabbles que alcancé a hacer, no pude de todos los días. Sorry, el tiempo no me dio para preparar toda la week u.u

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Sinopsis: Ray y Emma planean su boda o mejor dicho, Emma planea y Ray acepta.

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Una boda puede ser tan fácil como complicada de planear. Todo depende de los deseos de los novios para que aquel día sea verdaderamente especial e inolvidable.

Todo empieza con definir pensar en aspectos básicos como la hora, fecha y lugar del evento.

—¿Qué piensas sobre casarnos en verano?

—Suena bien. Los chicos ya habrán salido de vacaciones de la preparatoria y la universidad y estarán encantados de ayudarnos.

—Sí, también lo pensé. Jemima y Anna dijeron que quieren ser mis damas de honor.

—¿Y aceptaste?

—¡Claro! Ellas son las primeras en las que pensé para que me acompañen ese día.

—Entonces está decidido, la boda será en verano y ya están ocupados dos lugares entre las damas de honor.

—¡Genial!

Ray esbozó una pequeña sonrisa cuando sintió que los mechones de cabello de su prometida le hacían cosquillas en el cuello. Emma se había arrimado más hacia su cuerpo y ahora casi estaba encima de él con la cabeza recostada sobre su pecho, escuchando los latidos de su corazón.

La escena era hermosa. Ambos, acostados bajo el árbol del jardín trasero, disfrutaban de los rayos del sol que salpicaban sobre la hierba y sus cuerpos gracias a las ramas y hojas que les hacían sombra.

Emma sonrió cuando sintió que su prometido empezó a acariciar sus cabellos. A él le gustaba tocar su rebelde cabello y a ella le gustaba sentirse querida.

Como se dijo, la escena era hermosa. Ray no necesitaba mencionar que como su brazo izquierdo estaba abrazando a Emma por la espalda para que pudiera estar cómoda y que, por lo tanto, su brazo derecho fue el encargado de acariciar los rizos de la chica y aplanarlos para que no siguieran pinchando su yugular.

No llegaba a ser molesto, pero su cuello se sentía mejor sin que nada atentara contra su vida de manera inocente.

Y muy al fondo de su corazón, era verdad que le gustaba demostrarle a Emma cuánto la amaba con pequeños gestos como este con el que ambos estaban cómodos.

—Ray.

—Dime.

—¿Podemos casarnos de noche?

—Incluso es mejor porque nos da un tiempo extra para hacer los últimos preparativos por la mañana de ese día. Por mi está bien.

Emma tarareó contenta, tomó la mano que acariciaba su cabello y la llevó hacia su mejilla. Ray entendió lo que quería y bajó su cabeza para encontrarse con la deslumbrante mirada de la chica que futuramente sería su esposa y le dió un casto beso en los labios.

Emma sonrió y en un abrir y cerrar de ojos se levantó de su cómodo puesto para colocarse completamente sobre Ray y mirarlo directamente a los ojos.

Esta postura era conocida. Ray ya sabía que en algún momento llegarían a esta parte desde el momento que empezaron a hablar de la boda y Emma no hizo más que planear cosas simples, normales y hasta aburridas.

—¿Qué pensarías de que nuestra boda tenga temática de jirafas?

Esa era su chica. La impredecible Emma de la que se enamoró desde su infancia compartida en el orfanato.

—¿A qué te refieres exactamente con temática de jirafas?

—No lo sé. Tal vez el servicio de catering e incluso el cura usen un disfraz de jirafa.

—¿Crees que el cura y los meseros aceptarán vestirse de jirafas porque la novia así lo quiere?

El ánimo de la chica se desinfló al instante y se acostó encima de Ray con tristeza.

—Solo fue una idea.

El cerebro de Ray empezó a funcionar a toda marcha, como si estuviera intentando resolver un problema matemático muy importante.

Tal vez esto era más importante y difícil que un problema matemático. Poner feliz a Emma después de ser la razón por la cuál bajó su ánimo era toda una odisea.

No hizo falta mucho tiempo para que Ray pensara en una solución.

—Mientras haya jirafas es suficiente ¿cierto?

—S-Sí... así es.

Ray la encerró en sus brazos y le dió un fuerte abrazo cargado de amor.

—Tranquila, habrá jirafas en nuestra boda que no impliquen vestir al personal y pagarles extra por eso.

—¿De verdad?

—Por supuesto, linda, pero será un secreto hasta el día de la boda porque quiero ver tu cara de sorpresa. ¿Confías en mí?

—¡Siempre!

Pasaron los días, los meses y el tema de la boda se volvió un tema frecuente para seguir afinando detalles, incluyendo deseos particulares de la novia y soluciones adecuadas de parte del novio.

Y si pareciera que Ray era demasiado complaciente o poco interesado en lo que respecta a su boda, realmente no era así porque su único deseo ya había sido cumplido desde el principio.

Casarse con Emma ya era un hecho y hacerla feliz en aquel día y posteriores a ese era todo lo que deseaba.

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¿Y qué hizo Ray para contentar a Emma? ¡Efectivamente! Multimedia es la respuesta ^^

Rayemma week |TPN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora