𝕸𝖔𝖔𝖓 & 𝕾𝖊𝖆ׁ |Daerin

Único| "Destinados a Estar Juntos"

Cuenta una leyenda, que pocos saben, que en el principio de los tiempos la Tierra no giraba, la Luna y el Sol estaban visibles al mismo tiempo, el viento era calmo y el mar reposaba tranquilo, todo era armonía, paz y tranquilidad... los seres de la tierra veían siempre a la Tierra en un aparente romance con el Mar, ya que este último bañaba siempre sus costas, refrescaba sus orillas y proporcionaba el líquido elemento necesario para las plantas que en ella reposaban.

Sin embargo, cierto día el Mar se acercó a su amigo Viento y le dijo: "amigo viento, tengo una confesión que hacerte... estoy enamorado de la luna!!,

Danielle exclamó, y Minji la miró con asombro. Jamás imaginó escuchar algo así.

—¿Estás segura, Danielle? —preguntó Minji, con duda.

—¡Claro! Lo siento en mi corazón, Minji —respondió Danielle, manteniendo la misma emoción.

—Es inesperado, la verdad. Me alegra mucho por ti, Dani. ¿Piensas decírselo? —preguntó Minji, aún sorprendida.

—Sí, Min. Solo espero que ella sienta lo mismo que yo... —dijo Danielle, con un toque de incertidumbre.

—Tranquila, estaré aquí para ti, pase lo que pase —aseguró Minji, ofreciéndole su apoyo.

—¡Gracias, Min! —exclamó Danielle, abrazándola con gratitud.

"siempre lo estuve pero no me atreví a reconocerlo hasta ahora, porque tengo corrientes dentro de mi que ya no soportan este gran sentimiento por ella, y creo que ella siente lo mismo por mi... puedo sentirlo cada vez que reposa su brillo sobre mi, cuando refleja su belleza sobre mi".

Mientras esto sucedía nuestros amigos Mar y Viento ignoraban que el Sol radiante había presenciado dicha confesión...luego de la cual se tornó furioso porque también quería a la Luna, pero ella nunca le prestó atención.

¿Qué debo hacer ahora?
Hyein se preguntó a sí misma.

—Dios, Hyein, cálmate, no es para tanto.
Dijo Hanni, intentando tranquilizarla.

—No lo entiendes. Siempre me ha gustado Haerin, pero me da miedo confesarlo. No puedo permitir que Danielle me la arrebate.
Hyein estaba visiblemente estresada.

—Primero, Haerin no es "tuya", no puedes afirmar que Danielle te la vaya a quitar o no. Segundo, no sabemos qué piensa Haerin sobre todo esto. Y tercero, aún tienes tiempo para confesarte. Si te rechaza, entonces busca a alguien más y olvídalo.
Hanni le respondió con calma.

—Sí, Hanni… tienes razón.
Hyein mintió, convencida de que aún no sabía qué hacer.

"Amigo Viento... ayúdame a conquistarla!!, la necesito mas que nunca... por favor, ayúdame". El viento, invadido por la sorpresa ante la revelación que el Mar le confió, desprendió una pequeña ráfaga, que fue sentida por la Tierra y la Luna.

—Este es el plan: yo hablo con ella, le pido que me siga, la traigo hasta aquí y tú te encargas del resto, ¿de acuerdo?
Dijo Minji.

—Sí, Min, estoy lista.
Respondió Danielle con determinación.

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—¡Hola, Haerin! Soy Minji, la amiga de Danielle.
Saludó Minji.

—¡Ah, sí te recuerdo! ¡Holi, Min! ¿Por qué me llamaste?
Respondió Haerin con una sonrisa.