1. Platero
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro.
Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rodándolas apenas, las florecillas rojas, celestes y gualdas... Lo llamó dulcemente: «¿Platero?», y viene a mí con su trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal...
Come cuanto le doy. Le gustan las naranjas mandarinas, las uvas moscateles, todas de ámbar; los higos morados, con su cristalina gotita de miel...
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra. Cuando paso sobre él, los domingos, por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
-Tiene' acero...
Tiene acero. Acero y plata de luna, al mismo tiempo.
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Platero y yo
RandomObra de Juan Ramón Jiménez, publicado ahora en Wattpad. Del centenario del poeta (1881-1981). Colaboración de Ediciones Nauta.