Capítulo 30

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Si amas, sufres, si no amas, enfermas.

Sigmund Freud

JANE

Me vestí para sacar a Keria antes de irme, ya que a Aleksis seguramente se le olvidaría sacarla, se olvidaría de ella a secas. Dejé mi móvil cargando para no ir sin batería por la vida y le di agua a Keria antes de salir. Aleksis seguía encerrado en su habitación, posiblemente leyendo.

Necesitaba apartar de mi cabeza lo de Verónica, pero simplemente no podía. Aún no lograba procesar cómo había sucedido aquello. Había pasado toda la noche llorando, fue inevitable. No me gustaba eso de estancarme a llorar cuando ya no había nada que hacer y llorar no serviría de nada. Llorar no me iba a traer de vuelta a mi mejor amiga. Aún así, lloré toda la noche hasta que el dolor de cabeza se apoderó de mí y me dormí. Recuerdo que Aleksis tocó la puerta en mitad de la noche al escucharme llorar de esa forma y al no recibir, optó por preguntarle a Liam. Aún no me había topado con él y aunque lo hiciese, dudaba mucho de que sacase el tema si yo no lo hacía primero, y agradecía eso, la verdad.

Que irónico es el ser humano.

Ahora tenía ganas de ver a Vero, de pasar olímpicamente de los exámenes y los trabajos de la universidad por compartir tiempo con ella, pero claro, eso solo lo pensaba porque sabía que ya no podría hacerlo jamás. De tener más tiempo con ella, hubiese hecho lo que estaba haciendo hasta el momento, aparcar las quedadas con ella, dejándolas de lado y esperando a tener más tiempo en lugar de hacer tiempo para ella. Ya no le podré contar nada. Ya no podré escuchar sus historias locas, ni ver esa expresión de niña que se le ponía cada vez que algo salía como ella quería. Tampoco podré ver sus ojos verdes achinarse al sonreír. Ya no iban a haber más pijamadas, ni más tardes comentando sobre los libros que nos íbamos leyendo y recomendándolos entre nosotras. Ya no iba a haber más cotilleos por los pasillos, puesto que ella se enteraba de todo lo que sucedía. Las paredes de la universidad eran sus oídos y las puertas sus ojos, siempre lo tuve claro. Nunca podré verla graduada ni ella a Liam y a mi.

Y estaba segura de que, si el tiempo lo hubiese permitido, iba a ser una psiquiatra increíble. Pese a su apariencia de niña buena cubierta de inocencia, con su cabello liso y castaño claro como el café, pese a sus ojos verdes y llamativos y a esa sonrisa que tanto me recordaba a la de un gato, debajo se escondía una chica apasionada por la música coreana, los libros misteriosos y los trastornos mentales. Ella tenía tanto por delante. Una ambición que le abría las puertas a donde quiera que fuese, nada la detenía. Iba con la cabeza en alto, aunque la vida le diese más razones para agacharla que para mantener su vista al frente, pero aún así nunca la bajaba.

Joder, no era justo.

No era justo que el mundo le arrebatase la vida a ella en lugar de a los asesinos, violadores y toda la basura de la sociedad. No era justo que esa gente estuviese engordando en cárceles para luego reinsertarse de nuevo en la sociedad como si nada pasase mientras mi mejor amiga yacía bajo tierra en una jodida caja de madera de la que no volvería a levantarse jamás. No era justo.

Aparté las lágrimas que asomaban con derramarse de mis ojos mientras bajaba las escaleras. Tomé una bocanada de aire, respiré hondo y me propuse pensar que ella ahora estaría descansado, libre de exámenes y reunida posiblemente con sus seres queridos. Que ella ya no estaba sufriendo.

Al salir del edificio,el clima seguía nublado,pero el viento era gélido,tanto que el vaho parecía humo al suspirar. Me había abrigado con mi usual chaqueta negra y unos vaqueros negros acompañados de unas botas trenzadas negras que cubrían hasta debajo de las rodillas. La calle estaba poco habitada por ancianos y niños paseando,estaba siendo un viernes tranquilo. Pasé por varias calles donde el olor de la comida recién hecha se podía palpar en el aire,entre ellos el pollo,la pizza y algún que otro dulce. A medida que iba avanzando,el cielo me regalaba unas pocas gotas que amenazaban con empezar una lluvia,una que poco después estaba segura de que se convertiría en una tormenta.

Luz Oscura ✔️ (#1 Luces y Sombras) [EN LIBRERÍAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora