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Iwa:

La alarma de mi celular había sonado, miré la hora, pero aún eran las 6am...

—Mgh... un minuto más~ —dije bostezando y volteándome hacia el otro costado de la cama, sin darme cuenta que tenía compañía...

—Iwa~? —Dijo el chico a mi costado abriendo los ojos lentamente. Su rostro estaba tan cerca que no bastó ni un segundo para que todo mi cuerpo se pusiera de pie rápidamente.

—Q-que que..-

—Iwa-chan~ no te vayas~ duerme un poco más, anda. —Comenzó a jalarme de mi camiseta. Baje la vista dándome cuenta que estaba en boxer.

—Que mierda!! Oye imbecil donde dejaste mis pantalones!! —Dije molesto jalándolo del cuello de su camiseta.

—Tu te los quitaste porque hacía calor anoche!

—Anoche? QUE HICISTE ANOCHE?!?

—Ver al Karasuno? —me dijo extrañado mientras apuntaba a la tele junto a los discos que habíamos visto anoche. Lo había olvidado... que tonto.

—Ahhh... —Suspire aliviado

—Iwa... hoy sí que estás muy agresivo. Porque no descasas un rato más? —Dijo poniéndose de pie y cambiándose frente a mi. Este sin vergüenza... lo hace a propósito.

—Donde vas?

—Haré un desayuno para ambos... tenemos que estar a las 7:30 con el equipo. —Hizo su típica señal con los dedos mientras sacaba la lengua para luego desaparecer al cruzar la puerta.

Con las mismas, agarré mi ropa y me la cambié. Al bajar las escaleras, Oikawa había terminado de tostar unas tostadas y poner el jugo de frutas que hizo en la licuadora.

—No sabía que cocinaras. —Dije mientras untaba mantequilla en mi pan.

—Vivir solo tiene sus ventajas... aprendes varias cosas.

—Tu madre siempre está de viaje no?

—Si...

—No es solitario?

—No si estás tú aquí~ —Me miró con unos ojos... yo no podía creerlo, que mrd es lo que le pasaba últimamente?...

—Mm.. —No supe qué responderle. De nuevo estaba muy cerca, no debí ponerme a su lado.

—Porque no vienes más seguido? Ella no vendrá hasta el próximo mes. Podrías quedarte todo ese tiempo. Que dices? —Dijo mientras tomaba su jugo.

Nuevamente me mantuve en silencio, que podía decirle? Era una oferta muy tentadora, pero algo extraña viniendo de Oikawa, nunca me quedó más de un par de días en su casa.

—Que no es esta la perfecta ocasión para meter a tu novia en casa? —Dije de forma irónica haciéndolo avergonzarse.

—De que estás hablando Iwa chan! Yo no meto a ninguna chica aquí!!

—No te creo nada. En que abre dormido hoy... no quiero ni imaginarlo.

—El único que ha dormido en esa cama junto a mí has sido tú. —sonaba tan sincero que ni yo me lo creería.

—Dejemos de hablar de esto, es incómodo saber si ya te acostaste con otras chicas aquí.

—Iwa chan está celoso de que lo halla hecho ya con alguna chica? Sabes que no tengo novia ahora no? —comenzó a reírse de mí.

—Puedes parar? No es eso tonto. Ya se nos hace tarde, termina de comer ya! —Tomando una de las tostadas se la metí a la boca antes que pudiera responder.

Una vez terminó de comérsela continuó.

—Yo solo te digo la verdad.

—Como digas... venga, tenemos que irnos ahora, ya es tarde. —dice tomando mis cosas para salir de casa.

—Voy! —corrió detrás mío poniéndose los zapatos.


Ambos chicos llegaron con las justas a la escuela, casi perdiéndose el bus.

—No puede ser que el capitán llegara tarde! Y tú Iwaizumi! Si estabas con él debiste apurarlo para llegar a tiempo! No permitiré que esto vuelva a pasar, la próxima salimos en punto con o sin capitán!

—Lo sentimos entrenador, no volverá a pasar. —Se disculpó el pelinegro mientras que Oikawa se mantenía callado.

Luego de ofrecerle una disculpa al entrenador, todos entraron a la cancha donde jugarían su próximo partido contra el Karasuno.

Sin embargo, pese a estar a punto de jugar, dos chicos de 3er año estaban más interesados en saber la razón por la cual esta elocuente pareja había llegado tarde.

—Mmm~ será que durmieron juntos?

—Tal vez se bañaron juntos esta mañana~

—Sisi... eso dijeron anoche... desde niños lo hacen.

—De demoraron frotándose la espalda... o acaso fue otra cos-

Un golpe les cayó a ambos en la espalda, haciéndoles sentir terror. Pese a que la persona detrás suyo era varios centímetros más pequeño que ellos dos, una solo mirada de enojo de Iwa era suficiente para mantenerlos callados por el resto del día.

Una vez el partido contra el Karasuno había terminado, la gente en el podio no dejaba de gritar y aplaudir por el resultado de este reñido encuentro entre ambas escuelas... era su turno de jugar contra ese equipo de cuervos. 









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⏰ Última actualización: Oct 03, 2024 ⏰

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