𝗚𝗼𝗺𝗮 𝗗𝗲 𝗠𝗮𝘀𝗰𝗮𝗿 - Sᴇᴏɴɢᴊᴏᴏɴɢ

𝚄𝚗𝚘

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"𝐌𝐚𝐥𝐝𝐢𝐭𝐨 𝐞𝐥 𝐝𝐢𝐚 𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐨𝐧𝐭𝐫𝐞
𝐋𝐚 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐞 𝐦𝐢𝐫𝐞́, 𝐞𝐡 𝐞𝐡..."

Era un viernes por la noche y eso solo significaba una cosa, una típica salida de jóvenes de 19 años a cualquier lugar en el que hubiera algo de alcohol con sus amigos y ha la cual estaba llegando algo tarde.

- Hongjoong ¿Si vendrás o le digo a los chicos que no? - Hablo Yunho el cual estaba en llamada con su amigo, Hongjoong.

Kim Hongjoong era un chico de 19 años, facciones demasiado bonitas y algo delicadas, pelo color rojizo, iba en su primer año de gastronomía en una de las universidades más prestigiosas de Corea y era el más bajito de su grupo de amigos aunque era el mayor en edad, algo loco pero cierto.

- Ya te dije que si iré Yunho, solo se me hizo algo tarde, es más, ya estoy afuera así que colgaré.

Y sin más que decir finalizó la llamada y guardo su teléfono para después entrar a aquel antro en el cual resonaba la música a un volumen demasiado alto y las luces algo oscuras del lugar no ayudaban demasiado a su vista ya que termino chocando con alguien.

- Lo siento, no te había visto - Hablo el desconocido.

- No te preocupes, después de todo la iluminación del lugar no es como si ayudará demasiado.

Apesar de que las luces estaban algo bajas eso no impedía que pudiera ver el rostro de aquel desconocido. Era un tipo algo más alto que el, cabellos negros, facciones marcadas, parecía carismático y debía admitir que era demasiado atractivo.

- Si bueno, tal vez sea eso pero también puede ser el hecho de que eres demasiado bajito como para poder verte.

Si bueno, quitemos el "Carismático" de la lista.

- ¿Disculpa? - El pelirojo soltó una risa de forma incrédula - Parece que tomas confianza demasiado rápido, poste con patas.

El más bajito lo miro de mala manera mientras se cruzaba de brazos.

- Al menos no soy una pulga.

- ¡Eres más alto que yo solo por unos centímetros, tarado! - Soltó un bufido molesto - Tengo cosas más importantes que hacer así que si me disculpas...

Hongjoong volvió a retomar su camino hacia donde se supone se encontraban sus amigos mientras soltaba alguna que otra maldición hacia aquel chico, ¿Quién se creía el para decirle "pulga"? Definitivamente un completo imbecil.

- ¡Hongjoong aquí estamos!

Elevo su vista hacia la mesa en la cual estaban otros cuatro chicos, Yunho, Yeosang, Wooyoung y San. Se acercó hacia donde estaban y casi casi aventó sus cosas a la mesa para después sentarse y tomar el shot de whisky que estaba ahí.

- Ese era mío - Se quejo Yeosang.

- ¿Ahora por qué estás enojado? - Hablo Yunho.

- Un tarado que me encontré en la entrada del antro se atrevió a decirme "Pulga" ¿Qué se cree? - Y volvió a tomar otro shot de whisky pero está vez una mueca apareció en su rostro debido al ardor que dejó en su garganta aquella bebida.

- Pues mentira no era - Wooyoung bajo la mirada al recibir la mala mirada de Hongjoong.

- Por cierto Hongjoong hyung - Hablo San - Invitamos a un amigo que conocimos Yeosang y yo, va en el mismo campus que nosotros.

- ¿Otro futuro doctorsito? - Ambos chicos asintieron - Bueno no hay problema ¿Quién es?

- Viene justo ahora.

Yeosang hizo una seña con la cabeza haciendo que volteara, sintió como el coraje volvía a el al darse cuenta de que se trataba de el chico con el que se topo en la entrada.

- Perdón por tardar demasiado chicos, tuve un pequeño inconveniente - El alto elevó la vista y se sorprendió de ver a aquel pelirojo que había llamado su atención en la misma mesa - Vaya, si que el mundo es demasiado pequeño.

- ¿Este baboso es el amigo del que me hablaban?

- Mucho gusto para ti también, me llamo Park Seonghwa.

- No me interesa saber cómo te llamas.

- Hongjoong... - Soltó un suspiro y rodó los ojos al escuchar los regaños de su mejor amigo, Yunho.

- Soy Kim Hongjoong, contento?

El pelinegro solamente soltó una risa y tomo su lugar en aquella mesa para seguir con la conversación con los demás chicos.

En toda la noche la convivencia entre aquellos dos fue algo extraña, parecían insultarse y pelear pero también parecía haber alguno que otro coqueteo y halago, demasiada tensión que no paso desapercibida por los otros cuatro chicos.

Decir que no quedaron flechados esa noche sería una completa mentira pero ninguno de los dos quería admitirlo, eran unos orgullosos de primera y para muchos eso podría parecer un problema pero para ellos no, más que un problema les parecía algo atractivo.

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