El amor y el odio miden lo mismo de profundo -Daniel Oviedo.

Capítulo 1.

Jueves 28 de Junio. Hoy era el día, el día en que por fin conocería a una de las personas más importantes de mi vida. Nos conocíamos apenas dos meses y era como si nos conociesemos de toda la vida. 

Narra Carol.

-No puede ser que me estés llamando otra vez -digo nada más descolgar el teléfono por novena vez. -Aroa, estoy tan impaciente como tú -coloco un mechón de pelo detrás de mi oreja -pero que me llames cada cinco minutos no va hacer que estés aquí antes.

-Ya lo sé -suelta un sonoro suspiro que hace más notable su desesperación -pero ya no aguanto más en el coche, llevo tres horas y siento que me voy a morir.

-Dios Aroa -miro a ambos lados y cruzo llegando al centro de Madrid -no puedo estar atendiéndote todo el rato, voy por la calle y vas a conseguir que me atropeyen -bufo exasperada -cuando estés en Madrid me llamas y voy a por ti, ¿de acuerdo?

-Vaaaale, adiós.

-Adiós -guardo mi móvil en el bolsillo trasero de mis cortos pantalones y entro a Stradivarius, me quedan comprar los últimos regalos para Jesús y Daniel, hoy es la firma en Madrid, cosa que Aroa no sabe y la voy a llevar de sorpresa. Pago las bermudas vaqueras y las camisetas de manga corta y salgo de la tienda.

Narra Daniel.

-Como sigas tirado en la cama no vamos a llegar -digo entrando en la habitación del hotel una vez más -mamá se va a cabrear Jesús, date prisa.

-Que ya voy Dani -se levanta perezosamente de la cama -¿estás nervioso? -pregunta a la vez que se coloca sus air max blancas.

-La verdad es que sí, es increíble -me miro en el espejo mientras me retoco el pelo, Jesús me miraba atentamente esperando que continúe la frase -es increíble que después de tantas firmas siga poniéndome nervioso como la primera vez -coloco bien el cuello de mi camisa -no hay una firma que no sea distinta a la anterior, siempre hacen algo que consigue asombrarme.

-Tienes razón, -coloca su brazo sobre mis hombros -tenemos a las mejores fans del mundo Dani, y ahora vamos -da una palmada en mi espalda -o nos tocará ir a pie a la firma. -Cogemos nuestros móviles y bajamos a la puerta del hotel, donde nos espera la furgoneta, montamos y ponemos rumbo al Corte Inglés.