01

413 34 13
                                    

Seonghwa se acercó hacia la puerta de su departamento para abrir a quien tocaba timbre, antes de poder reaccionar un cuerpo se había abalanzado sobre él haciendo que sus piernas perdieran el equilibrio por un momento, tambaleándose sobre el lugar sintiendo el aroma a ese perfume que le encantaba, los labios que extrañaba y no tocaba hace varios días. La boca ajena se pegaba a la suya de manera desesperada buscando por más, tratando de unir sus lenguas y juguetear con ellas. Las manos de Seonghwa fueron a los hombros del contrario para separarlo por falta de aire ante tal sorpresa.

—Hongjong. —Relamió sus labios con la respiración agitada.

—Te extraño tanto.

Seonghwa sonrió al ver a su novio después de varios días, se hizo a un lado dándole paso al más bajo.

—Yo también, pero los parciales me están matando, ando muy estresado.

Hongjoong iba a tomar aquella confesión como una vaga excusa para conseguir lo que él quería y eso era sexo, una buena manera de quitarle el estrés de encima a su novio.

————

Hongjoong se encontraba encima de Seonghwa frotándose contra su entrepierna, soltando suspiros mientras que sus manos se apoyaban contra el pecho de Hwa tratando de no perder el equilibrio, sentía que iba a perder la cabeza, podía venirse con solo frotarse. No lo veía muy imposible, hacía ya un tiempo que no tenían sexo. No quería acabar tan rápido, quería pasar más tiempo con su amante, aprovechar cada minuto que pueda.

—Agh, me estás matando. —Seonghwa gimió clavando sus dedos en la cintura de Hongjoong.

—Deberíamos cambiar de posición. —La respiración de Kim era agitada por la desesperación de ser devorado por el pelinegro.

Seonghwa embobado observando el rostro de Hongjoong asintió repetidas veces, le parecía absurdo que alguien pueda emanar dulzura y sensualidad.

Absurdamente hipnotizante.

Hongjoong se bajó del cuerpo de su amante para acostarse boca arriba en la cama, pero Seonghwa lo sujetó de las piernas para arrimarlo y girarlo para tener frente a sus ojos su culo, deseando por saborearlo al igual que su vagina.

Sin duda sería algo exquisito, no lo dudaba.

Bajó sus pantalones al igual que sus calzoncillos a la mitad de sus muslos, glorificando todo a su vista.

Estaba hambriento de él.

El celular de Hongjoong que se encontraba sobre la cajonera junto a la cama comenzó a sonar, no tenía pensado atender, pero aquella llamada era muy insistente a tal punto que era preocupante para Hongjoong y molesta para Seonghwa.

—Tengo que atender. —No dejó hablar a Seonghwa, pero este en respuesta suspiró cansado.

—Mingi, hola... Sí pasó un tiempo... ah, ya veo... sí yo también te extrañé... hmm, yo no sé si pueda hoy...

Seonghwa arqueó una ceja escuchando la conversación, Hongjoong no había cambiado su posición, eso le pareció fantástico al pelinegro. Fue en ese entonces cuando se sujetó de los muslos de Hongjoong, clavando sus dedos en ellos sacándole un suspiro ahogado a Hongjoong quien seguía en aquella llamada. Apoyó su mejilla contra la nalga de su amante, podía jurar que nunca conoció ni conocerá a alguien tan exquisito, como él. Sin decir palabra alguna quería darle a entender que tenía que colgar la llamada, enfocarse en lo que estaba haciendo, centrarse en la erección que palpitaba debajo de los pantalones de Seonghwa. Hundió su cara contra su centro, su nariz rozando sus pliegues sacándole esta vez un gemido a su amante.

Taste Me | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora