Por desgracia, el mundo no está preparado para las personas diferentes a lo que la sociedad cree correcto. Esto lo comprobó Nereus cuando la tarde en que por fin se animó a buscar a Ícaro para declararse, unos sujetos le dispararon a sangre fría, riéndose de él y burlándose del hecho de que estaba enamorado de otro hombre. Tal vez debió ser más discreto y dejar las flores y su pulsera con el arcoiris para otro momento, pero ya no importaba.
El dolor de no haber podido decirle a Ícaro que le gustaba era más fuerte que el de las balas, de manera que este persistió aún cuando ya no podía sentir nada más. Hubo un tiempo indefinido donde Nereus sólo pudo ver oscuridad, y de hecho él mismo era parte de la oscuridad.
Seguramente fue mucho tiempo, pues casi había olvidado que ese concepto existía cuando volvió a sentir que estaba existiendo.
Había oscuridad aún, pero fue percibiendo que disminuía. Intentó cerrar los ojos, pero al parecer, no tenía párpados, así que sólo podía acostumbrarse a la luminosidad. Conforme se iba acostumbrando de nuevo a su cuerpo, notó que ya no era un humano. No podía verse a sí mismo, pero alrededor había algas y rocas. Asomándose a ver una pequeña cosa brillante que parecía un espejo de juguete, vió su reflejo: un pececito azul oscuro, con una manchita roja en la cabeza y ojotes saltones, que en vez de pies y manos tenía una cola y aletas del mismo tono que sus escamas.
Así que la reencarnación era verdad y no sólo un invento de los escritores.
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Juntos
FanfictionOne shot, Angst HuaLian ¿Qué sucede si el deseo de estar juntos se cumple de una manera inesperada?