¿Por qué el Santo Hijo es tan delicado?

Capítulo 1: Protección de la flor por primera vez

A las 7 de la mañana, el sol brillaba con fuerza. Se abrieron las puertas de la Iglesia de Dios Luz.

Innumerables creyentes se apresuraron a entrar sólo para ocupar el mejor asiento y escuchar plenamente el canto del Hijo Santo.

Hoy era el Día de Adviento anual, y Lord Lucifer dirigiría personalmente a los creyentes para cantar himnos. Los creyentes lo esperaban con entusiasmo. Cuando sonó la campana, una persona vestida con una túnica blanca bordada con rosas de seda doradas caminó lentamente hacia la plataforma alta.

Era un joven extremadamente bello, con una larga y sedosa cabellera tan radiante como el oro. Al verle por primera vez, todo el mundo quedaba impresionado por su aspecto fuera de este mundo.

Sus cejas, ojos, nariz y labios, no había lugar que no fuera exquisito y bello. Su belleza tenía un toque puro y sagrado y estaba más allá de las barreras de género. Una belleza pura y directa.

Sus ojos azules miraban a sus creyentes con tolerancia. Todos los que eran barridos por su mirada estaban tan excitados que parecían a punto de desmayarse. Sus manos blancas como el jade, sin rastro de impurezas, se plegaban frente a su pecho, sus labios susurraban la oración, y pronto, hubo divinos y cálidos rayos de luz que se dispersaron desde él.

¡Lord Lucifer!

Los creyentes juntaron las manos, llenos de excitación, pero no se atrevieron a gritar con fuerza, temerosos de molestar al Santo Hijo.

Después, Lucifer comenzó a dirigir a los creyentes para cantar los himnos. El canto puro y etéreo resonó en la iglesia, envolviendo a las personas que estaban dentro. Al escuchar este canto, todos revelaron una mirada pacífica. Como si hubieran visto el cielo con los ojos cerrados.

Excepto una persona. Esto es, Lord Pei Xia, ¡el caballero personal de Lucifer!

Pei Xia Christian, vestida con una sencilla y exquisita armadura plateada, permanecía bajo la mesa de oración, escudriñando impasible y obedientemente toda posible anomalía.

El himno llegó gradualmente a su fin. Genial, hoy es seguro... ¡Espera, qué es eso!

Cuando terminó la última línea del himno, Lucifer abrió sus ojos azules. Dirigió una sonrisa perfecta a los creyentes, luego se inclinó suavemente y saludó. Justo cuando se daba la vuelta para bajar del escenario, un objeto extraño acompañado de un grito se dirigió hacia él,

"¡Su Santidad, por favor acepte mi amor!"

El objeto extraño voló en una línea parabólica, y voló precisamente hacia Lucifer. Justo cuando estaba a punto de caer sobre Lucifer, una luz plateada destelló y partió el objeto por la mitad.

"Su Santidad, ¿está bien?"

Era Pei Xia, que se acercó corriendo en un santiamén. Y con una mano alrededor de la cintura del Hijo Santo, giró medio círculo para bloquearlo detrás de su cuerpo. Luego desenvainó su espada para partir el objeto extraño en dos mitades.

Preguntó seriamente a la persona que tenía detrás, y sus ojos se posaron en el suelo, donde había unas cuantas rosas rotas.

"Ah-"

"¿Quién es? ¡¿Quién se atreve a atacar a Su Santidad?!"

Los creyentes estaban desconcertados y empezaron a buscar espontáneamente al b*stardo que acosaba al Santo Hijo. Pei Xia se sonrojó de vergüenza. Suspiró mientras lamentaba que Lucifer realmente mereciera ser el hijo amado del Padre Autor, mientras por otro lado lo escoltaba hacia la parte trasera de la iglesia.

"Gracias por tu duro trabajo, Pei Xia". Lucifer medio se apoyó en los brazos de la otra parte, parpadeó y luego sonrió: "Eres un caballero tan valiente".