Esté es un pequeño libro de inspiración. Ideas a partir de una palabra.
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«• Final: ★★ - ★★ - ★★
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Mini cuento.
En algunos lejanos tiempos, la princesa corría por los pasillos; corriendo de forma tan apresurada que tropezó con las faldas de su propio vestido.
Se balanceo y al llevar tacones, ¡Zaamp! Se estampó contra el piso.
Un ardor le invadió en su nariz y cabeza, después todo se oscureció.
Frente a las multitudes, se encontraba ella. Observaba cada mirada que le propiciaban, ella, para sus adentros mencionaba maldiciones.
Cálidas gotas de agua salada salieron de sus ojos, enrojeciendolos y provocando un ardor.
La tela sucia y apestosa sobre su boca le impedía hablar, así que solo se dedicaba a mirar.
Giró su cabeza a la derecha ligeramente; a un lado de ella con satisfacción y maldad se carcajeaba su ex-amigo de la infancia.
—¡No sabes cuanto me divierte esto! -las risas se continuaban saliendo de forma estrepitosa de su boca-
Devolvió su vista al lugar original.
Hace un tiempo, toda la gente alrededor de ella la amaban, ¿Y ahora? Ahora le tenían en trapos que los plebeyos llamaban ropa. Sus muñecas ardían por la fricción de la tela sobre ellas, eso al igual que sus pies.
Pobre. Tanto que hizo por ellos y está era su paga. O al menos, ¿Qué podía esperar ella que le dieran?.
Tirana. Eso era, una tirana. A buenos ojos de toda persona era agradable, amable y bondadosa.
Tras los velos de sus mentiras se encontraba la verdad, una mujer desalmada, cruel y desagradable.
Las verdades siempre se descubren, nadie se salva, así sea una verdad buena o mala, todo sale a la luz, no esperes a que la suerte este de tu lado siempre.
La tomaron con fuerza y la colocaron en la guillotina.
La sangre salió apresuradamente, su cabeza rodó hasta los pies de su ex-amigo, quien ahora observaba como ella era una más de ellos.
Siempre supo que terminaría así, tantas mentiras y un poder no comprendido en su época, ver seres de otro mundo...
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