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Pedí a mi mejor amiga que como regalo de cumpleaños adelantado me comprara El rio de las primeras veces un libro que tiene como protagonista a una pareja lesbica, quedamos para que me lo de y de la ilusión y también el coraje que tuve no pense en las posibles consecuencias y me fui casi corriendo a casa, super ilusionada por leerlo, tenia muchas ganas de tumbarme en la cama y leer el libro, entre y me fui directa a la habitación, mi familia me siguió y cogio el libro, lo miraron y me llamaron para que vaya a la cocina, me senté y entonces me empezaron a preguntar que era "eso" y desde cuando me gusta y procedieron a romperlo página por página , incluso la portada, delante de mis ojos, trague saliva y les dije que no sigan y que por qué me la están rompiendo y entonces empezaron a decirme que es un gran pecado, que dios me castigara por ser lesbiana, que "me han lavado el cerebro" y que desearian poder llamar a la policía para que me lleven a un manicomio a "curarme" , mi madre me dio unas collejas en la cabeza con tanta fuerza que sentí que me las dio con un martillo.
Después me miraron el movil y me lo quitaron, toda esa noche no dormi, estuve sentada en el borde de la cama sujetando mi cabeza porque me dolía insoportablemente, aun no se si por las collejas, el estres y tension o todo lo anterior, lo que sí que se, es que nunca antes me había dolido tanto la cabeza...
Al dia siguiente me devolvieron el movil con la condición de dejar de hablar con algunas de mis amistades (con las cuales en verdad sigo hablando a escondidas) y que dejara "la tontería" , también esos días vino la policía y les dio una advertencia. Fue en vano, me prometieron que lo aceptan y me respetaran, pero no, mi madre me hecho agua bendita, trato de convencerme de que todas las lesbianas somos asesinas y drogadictas, sin darse cuenta que me hacia daño ya que a mi también me metia en el mismo saco y me dijeron que jamás venga a casa con una chica.
Desde entonces busco para independizarme y también denunciar y ser libre, hay días que no veo ni pizca de esperanza y otros sí.
Al recordar lo que pasó me da rabia y panico, lo recuerdo como si fuera ayer...
Hay días que pienso en sucumbir y decir que me "he curado" y vivir una vida de mentira, pero no quiero eso, me duele solo imaginarmelo.
Estoy segura de que mi familia hubiese preferido que sea delincuente antes que bollera.

Mi diario desde que salí del armario Where stories live. Discover now