⌗ ⨯ ◟ 🦊 🐥 🐻Matthew conocía de toda su vida a Taerae. Desde el momento más antiguo que puede recordar ahí siempre estuvo Taerae, pero no como la clase de amigos que él siempre solía ver con el resto de sus compañeros en la escuela, en las películas o lo que sea que fuese.
Matthew y Taerae tenían una extraña relación de amor y odio, de tira y afloja. No importaba lo mucho que ambos chocasen, reduciéndose en algunas ocasiones a agresiones físicas inofensivas jalando el uno el otro del cabello, picando con rudeza sus mejillas, colocando el pie en el camino del otro para que se cayeran, porque al final no podían vivir sin el otro a su lado. Sus infancias estuvieron repletas de risas, de discusiones sobre que las flores amarillas eran mucho más bonitas que las lilas de Matthew o también, de Taerae jalando del cabello a otros niños por haber molestado a su Matthy.
La primaria fue literalmente una montaña rusa para ambos, pero la secundaria y preparatoria fue aún más impresionante.
A los quince años ambos se presentaron como Omegas para su sorpresa y la de sus familias.
“¿Cómo es posible?, Taerae siempre se comportó como un alfa” era lo que se cuestionó más de una vez aquel día Matthew, pero a Taerae no le importaba. De algún modo, nada cambio para Taerae al saber su naturaleza, pero si cambio algo al saber de Matthew.
Ambos eran Omegas, pero si instinto protector y un poco posesivo se also furioso con su Matthy.
Desde la presentación, muchos alfas estuvieron acercándose a ambos Omegas, sin embargo, Taerae no tardaba un segundo en interponerse sin importar que los otros sujetos le sacasen una cabeza de altura y lucieran intimidantes, porque de algún modo, la idea de que alguien más tocase a Matthew lo volvía loco de celos.
— ¿Mamá? — pregunto una tarde Taerae, recostado casi sobre la mesa de la cocina viendo a su madre cocinar, aquella que tarareó hacia el esperando que siguiese — ¿Por qué... por qué no puedo apartarme de Matthew?
— ¿Por qué es tu mejor amigó y lo quieres mucho? — preguntó confusa la mayor, deteniéndose un segundo para mirar a su hijo.
— No... Literalmente siento que sin Matthew... — alargó el silencio, no sabía si las palabras serían correctas, pero al pensar en ese instante en una vida sin Matthew, supo que serían las ideales — sin Matthew yo no sería el mismo.
Su madre lo observo preocupada y no supone porque, tampoco volvió a tocar el tema con ella, pero si busco respuestas por otros lugares.
Una tarde después de clases se hallaba ansioso, moviéndose de lado a lado fuera de la oficina de su profesor de biología, no sabiendo si sería el lugar indicado para recurrir, pero no conocía a nadie más que supiera tanto de Alfas y Omegas como él. Con duda y temor, tocó la puerta esperando una respuesta que no tardo en llegar.
— Pase.
Una vez dentro suspiró un poco más aliviado por la sonrisa amable de su maestro, indicándole que tomara asiento — ¿Qué lo trae por aquí, joven Kim?
Sus manos temblaban, sabiendo que su maestro podía oler su nerviosismo y mordiendo su labio inferior, habló:
— ¿Pueden haber dos Omegas destinados?
— ¿Omegas destinados? — reconoció la sorpresa en su voz, pero también una extraña emoción en la mirada de su maestro que no comprendía. Por lo qué, poco a poco sintió la vergüenza, sintiéndose ridículo por estar allí preguntando algo como eso.
— Yo... yo lo siento, creo que es mejor que me vaya — las palabras salían atropelladas de la boca de Taerae, tratando de huir de la oficina tan rápido como pudiese, pero antes de salir casi corriendo, la mano del hombre en su hombro lo detuvo.
— Me has tomado por sorpresa, hace mucho que no oía algo así — de pronto, Taerae lo observaba con genuina sorpresa, con un cosquilleo emocionado en su vientre — pero no es como creés — ambos volvieron a sus lugares, con Taerae mucho más atento e ilusionado que desde el principio.
» Es muy extraño que estos casos se presenten, decir que son el 1% de la totalidad de parejas destinadas es incluso demasiado — explicó con calma — pero no es que ambos Omegas sean solo ellos siendo destinados, sino que son tres — “¿Tres?” pensó Taerae incrédulo — desde la primera vez que se presentó hasta la actualidad, siempre han sido dos omegas y un Alfa.
— Pero... ¿Cómo puede suceder con los Omegas? Usted nos explicó en clases que los Omegas no reaccionan a los celos de otros Omegas e incluso, repugnan los aromas del otro.
— Oh, es porque son casos especiales. Cuando son dos Omegas destinados al mismo alfa, quiere decir que ambos Omegas también lo son y según los estudios y casos documentados, los Omegas destinados reaccionan positivamente al celo del otro, de la misma forma que lo harían con el del alfa.
— Oh... — susurró Taerae, tratando de procesar todo lo que su maestro le explicaba.
— Si, “oh” — repitió el hombre riéndose por la reacción del estudiante — ¿A qué ha venido está duda de Omegas destinados, joven? — la mirada de Taerae se notaba asustada, quizá acorralado. Se debatía en si confiar en él hombre, o no hacerlo, no sabiendo a quien más recurrir porque ni siquiera a Matthew le había hablado al respecto, muy preocupado en lo que podía suceder.
— Creo que... creo que Matthew es mi destinado — susurró casi con miedo, mirando de reojo a su maestro que, a diferencia de lo que imaginó, le sonrió como si él supiera algo que Taerae no.
— Lo creí también, antes de que ustedes se presentarán — el corazón del menor latía emocionado, desbocado porque la idea de que alguien más lo emparejara así con Matthew lo volvía loco de amor — ustedes son diferentes a todos los Omegas que son amigos o mejores amigos, lo he notado. Inclusive ahora que ya se han presentado, se nota mucho que, a falta del Alfa, tu tomaste el rol faltante, protegiendo a tu Omega. Ambos se completan tan bien, en un equilibrio armonioso, algo que se podía ver para otros alfas como el Omega perfecto, pero en dos.
— ¿Cómo yo podría confirmar que es mi destinado? — ya se hallaba sudando, frotando sus manos desesperado y temeroso, pero cuando su profesor sonrió burlesco, sintió el sonrojo apoderándose de todo su rostro.
— ¿Ya han tenido sus celos? — el rostro de Taerae no estaba sonrojado, estaba completamente rojo ante alguien más mencionando sus celos.
— No...
— Cuando cualquiera lo esté y el otro reaccione al aroma, lo sabrás.
Al finalizar la charla le había quitado muchos pesos de encima de sus hombros y pedirle a su maestro que no me dijera nada a nadie, ni siquiera a Matthew, corrió hacia la salida donde Seok le esperaba y justo allí, tirado sobre el césped de la entrada del instituto y las pertenencias desparramadas a su alrededor, corrió hacia su Omega — saboreando para si mismo aquellas palabras por lo bien que le resultaban — arrojándose sobre él, oyendo sus quejidos que se mezclaban con sus risas.
— Salte de encima, cosa fea — se quejaba el menor de ambos, tratando de alejar a su molesto mejor amigo — me matarás, estás gordo.
— No, tu eres un esqueleto — defendió el mayor, quitándose de encima para ordenar ambas mochilas y lo que hubiese junto a Matthew — vamos a casa, quiero dormir.
— ¿Cuando no quieres dormir? — burló el otro, acomodando su mochila en su hombro.
— Cállate — y entre discusiones y manotazos entre ambos durante el camino a casa, Taerae poco a poco se hacía la idea que, no podría haber otro omega más perfecto para él, más que Matthew.
⌗ ⨯ ◟ 🦊 🐥 🐻
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Nueva Adaptación, espero les agrade.
» Advertencia, contenido súper explícito!
© a la/el autor(@) original x48760
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Dos Omegas y un Alfa [Matt | Rae | Park]
FanfictionMatthew y Taerae resultan en una combinación perfecta, pero, ¿No necesitan un nuevo condimento en su relación? Quizá un delicioso aroma a café y galletas sea lo que necesitan. • ADAPTACIÓN. • Omegaverse. • Matthew | Taerae -> Omegas • Gunwook -> Alf...