0 0 0
                                    

— El jet partirá en una hora, Jimin, más vale que llegues temprano. No quiero sorpresas. — Aquí vamos de nuevo.

— No padre. — supiré — La suerte es para mediocres, así que adiós.

Gracias por el aliento, papi, lo haré bien.

Asentí y me puse en camino dispuesto en ir a buscar mi pequeña maleta con mis cosas básicas. Lo demás estaba dentro de mi bolso.

5 minutos después estaba en camino para ir a hacer el probablemente examen más importante de mi vida, el de la universidad. Suspiré por décima vez en el día.

Cansado era una palabra y yo claramente la definición. ¿Por qué? Por esta vida monótona y aburrida que llevo.

Aprendí desde los 3 años que mis elecciones no importan, solo importan las de mi padre y no mas que las suyas.

Claramente sentía como si en lugar de ir a tomar la prueba para la universidad fuera a la carcel por el aspecto de mi cara. ¿Podría hacer algo? No, ¿Podría lamentarme toda mi vida por nacer en esta familia? Sí.

— ¿Cuánto falta para llegar, Mark? — bajé la ventana del coche — 25 minutos, Jimin. — asentí y no dije más.

Para tratar de motivarme me puse mis audífonos y mi playlist "Motivation". Todos tienen una playlist para cada ocasión, ¿No?

"Shine A Lights de BANNERS" se reprodujo y miré por la ventana el hermoso paisaje del cielo azúl, el sol en el punto exacto para hacer una mañana digna de películas y los árboles del camino.

¿Cómo es posible que todo sea de colores vivos mientras yo me siento como un gris sin vida? muchas preguntas, pocas respuestas.

Reí. ¿Acaso tenía si quiera permiso de pensar? Mi padre debería hacer eso por mi. Oh, espera, ¡lo hace! si no, no estaría en camino a hacer el exámen para la universidad que no quiero a una carrera que en mi jodida vida sé me gustará.

Varias canciones siguieron reproduciéndose hasta que me dieron ganas de ir al baño.

— Mark, parate aquí, necesito ir al baño. — negó — Tenemos el tiempo medido, debiste ir al baño antes, Jimin. — bufé.

— Mark, las órdenes no solo vienen de mi padre, si no de mi también, así que párate aquí. — se quejó pero no le quedó de otra.

— No tarde a menos que quiera perderse su vuelo, Señor — remarcar el señor hizo que rodeara los ojos, sin más cerré la puerta del auto.

Caminé a una tienda de conveniencia y pregunté por un baño, la señora amablemente me indicó dónde y me encaminé a ello.

Todo iba relativamente normal, hasta que escuché a un chico hablar con su padre y como buen vecino de baño paré la oreja y escuché.

— ¿Estás nervioso hijo? — oí un leve sí — Vamos campeón, sé que podrás ponerle correa al maldito exámen de admisión, ¿Qué te preocupa?

Reí. Yo soy el de la correa en mi historia.

— ¿Y si no soy capaz? o ¿Qué tal si no es mi carrera? ¿Qué tal si me aburre o al final no me gusta? — la risa del padre se escuchó — Escucha campeón, cuando yo hice mi exámen también estaba nervioso y con las mismas preguntas que tú, pero vamos, la vida solo una, oportunidades muchas...

... Errores muchos, pues te hacen humano. Lo único que no está bien es que te mortifiques, eres joven para eso. Vive la vida loca dirían ustedes los jóvenes. — Ambos niños reímos.

— ¡Es verdad hijo! si no te gusta, te cambias, tu madre y yo estamos orgullosos de que a pesar de la dificultad de los estudios sigues adelante. Así que ánimo, nosotros confiamos en ti, hazlo tú también.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 11 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Be somebody •kookmin•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora