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45: Saldo contable: La última batalla
Descargo de responsabilidad: no soy dueño de Naruto ni de The Legend of Korra.

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Beta: Caos-PSD.

Libro cuatro

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Capítulo IX

La última batalla.

¡El Imperio Tierra ha invadido la República Unida! Después de que Kuvira demostró el poder de su arma de energía espiritual, el presidente Raiko entregó la ciudad, pero el Avatar se negó a rendirse sin luchar. Korra sostuvo a Baatar jr. Rehén, con la esperanza de obligar a Kuvira a dar marcha atrás, pero el plan falló y disparó contra el escondite del Equipo Avatar. ¿Puede alguien o algo detener a Kuvira y su mechagigante?

Ciudad República, Escombros.

El piso se levantó mostrando a Naruto y Bolin levantando la losa y haciendo que los demás salieran. Una vez que todos salieron, Naruto y Bolin salieron corriendo dejando caer la gran losa. Tenzin usó Aire Control para subir a un edificio y vio al Coloso de Kuvira caminando por el puerto mientras su ejército cruzaba el puente. "Kuvira se dirige hacia nosotros con un pelotón de mecha-trajes".

"¿Qué debemos hacer?"

"Tenemos ayuda", dijo Naruto mientras el Bijū, del tamaño de un edificio de un piso, se acercaba. "Por lo menos pueden hacer una abertura para entrar, ya que nunca antes habían luchado contra un metal de ese tamaño".

Luego crecieron hasta alcanzar su tamaño máximo y saltaron sobre los edificios cercanos. Cuando el Coloso entró en la ciudad, los ojos de Kuvira se abrieron al ver el espíritu que vio en su campamento, pero ocho más. Matatabi saltó y se estrelló contra el pecho mientras Son Goku saltaba y golpeaba sus hombros. Kurama llegó atrás y lo sostuvo mientras Shukaku e Isobu agarraban las piernas. Gyūki usó sus tentáculos para sostener el arma apuntando hacia arriba.

Saiken roció ácido en el estómago creando un pequeño agujero antes de que el Equipo Avatar, Lin y Su entraran.

En la cabina, Kuvira en una plataforma rodeada de interruptores y palancas miró a un hombre, "Inicia el bloqueo. Encuentra al Avatar y a quienquiera que esté con ella".

Abajo, Naruto noqueó a un guardia y lo arrojó por la barandilla. "Necesitamos movernos rápido", dijo Korra mientras estaban parados junto a una escalera que conducía hacia arriba. "Su, Lin, suban al brazo e intenten desactivar esa arma. Asami, Mako, Bolin, vayan al motor y vean si pueden apagar esta cosa. Voy tras Kuvira".

"Y vendré para asegurarme de que nadie más ataque", dijo Naruto mientras agarraba la escalera y miraba. "¿Listo?" Korra asintió antes de que Naruto la dejara ir primero antes de seguirla y mirar su trasero. "Bueno, la vista es agradable aquí."

Todos fueron a las áreas antes de subir a diferentes escaleras. En la sala de máquinas, las enredaderas espirituales están electrificadas y suministran energía al tanque. De repente, se abre una escotilla con shuriken de lava antes de que Mako, Bolin y Asami se levanten. Un guardia dispara placas de metal a Mako y las esquiva antes de lanzarle una ráfaga de fuego.

Asami tomó una palanca y la bajó mientras Bolin luchaba contra otro guardia. Esquivando la electricidad, fue hacia el otro y lo apagó antes de electrizar al guardia con su guante. "Eso fue fácil." Ella dijo con una sonrisa. Sólo para que no pase nada antes de dirigirnos a los controles y empezar a pulsar un par de botones. "¡Entiendo!"

Dijo antes de pasar al siguiente y finalmente apagar el motor.

Con Lin y Su, continúan su ascenso sobre sus cables. Aterrizan en una pequeña rampa y caminan por el túnel para ver las operaciones del cañón. Primer plano de ellos mientras les disparan placas de metal. Me ocuparé de este tipo. ¡Desactiva el arma!", dijo Lin mientras rompía una pared para protegerlos.

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