Renacer entre susurros: La historia de Mia

1.El Hospital

Despierto otra vez en el hospital escuchando el grito de mi compañera de habitación. No se muy bien lo que le pasa, he intentado preguntarla repetidas veces pero no habla, tampoco con las enfermeras, solo grita, siempre a la misma hora, las 6:15 de la mañana. 

Creo que ya me he acostumbrado a escucharla gritar a esas horas que a veces me levanto un poco antes para no asustarme como lo hice los primeros días. Se escuchan pasos corriendo y entran tres enfermeras, dos la sujetan mientras otra le inyecta el suero que siempre le ponen para que se calme. 

Me revuelvo por media hora en mi cama intentando volver a dormir cuando alguien toca la puerta.

- Adelante - me aseguro en decirlo en voz alta ya que estoy muy lejos de la puerta.

-Hola Mia, ¿como te encuentras hoy? - es mamá. Se ha sentido culpable desde el accidente por todo lo que pasó, no quiero que se sienta así porque yo nunca pedí ayuda y nunca quise contar lo que me pasaba. 

Mama se acerca a mí despacio, como si tuviese miedo, y me abraza, es un abrazo corto pero uno que transmite miedo, paz, agradecimiento y culpa a la vez.  Me abraza tan despacio como si fuese un cristal frágil que podría romperse si lo aprietas con la fuerza necesaria.

- Cada vez me siento mejor - le miento.  Le miento porque no estoy mejor, no estoy bien quiero salir de aquí y no volver nunca, quiero ir al pasado y cambiar pero como sé que eso es imposible me lo callo y miento todos los días fingiendo una sonrisa, cuando yo se que todas los noches lloro para dormir arrepintiéndome de cada segundo que pasé sin haber pedido ayuda, me arrepiento de haberle hecho ese daño a mi madre y a mis amigos, si es que sigo teniendo de esos.

Un silencio incomodo se forma en el silencio de la habitación. Mama se levanta de golpe con los ojos llorosos, me da un beso en la frente, se aferra a su bolso y con un hasta mañana se despide.

Os estaréis preguntando cómo he llegado a este punto, cuál fue el accidente que cambio mi vida y metió en esta habitación que cada vez parece más pequeña, seguro tenéis un mar de dudas pero mis queridos lectores y lectoras todo a su tiempo.