Prólogo

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Ni pensar que después de graduarme mi vida sería un tanto rara. Solo quedaba esperar que el tiempo fluyera con sus aguas extrañas y misteriosas. Mi vida como escritora había caducado por falta de inspiración, aunque, tal vez encuentre la chispa de la pasión literaria en esta travesía por los versos del viento junto al mar, mi vida "normal de adolescente" esta dando tantos giros como las agujas del reloj.

Alicia!!- se escuchan los llamados de mi madre - Alicia!!, que estás haciendo?

Mirando a mí alrededor despierto de mi burbuja sin saber que pasaba, a la distancia veo a mi madre apresurase por el jardín sin entender que pasaba. Me levanto del suelo, aprovechando por última vez la sombra del roble y el aroma fresco del lugar - Dígame madre - conteste al dirigirme caminando con mi cuaderno en mano.

- Alicia, te he estado buscando por toda la mansión, en que estabas tenemos visita y está vez no es un pretendiente así que cambia esa mala cara - increíble que a mis 17 años mi familia, Los Lenstorm, familia adinerada desde hace un siglo tenga esa costumbre todavía de conseguir matrimonio a sus descendientes por acuerdos políticos, económicos o simplemente estatus.

Caminando hacia la gran sala, muy llamativa por su color limón y salmón claro, me dirigía para saber quien era tal visita que mi madre decía haber. Revisando mi reloj de bolsillo veo que eran las 3 de la tarde con 23 minutos y cuando decido guardarlo salta la voz de mi madre reprochando - sigues con ese vejestorio, no te he dicho ya que se lo devuelvas a tu abuelo Santiago ya de una vez, pareces una doncella del siglo XVII y con tu aspecto personal más todavía, despierta Alicia, ya no eres una niña, estamos a pleno siglo XXI.

-No la molestes más con eso Madre, ese es su estilo y comparado a como se ven hoy en día las adolescentes prefiero ver a mi hermana así antes que ver su desnudes en las calles.

- Hermano!! - apresure mis pasos para así abrazarlo, después de todo son 5 años desde que se fue a estudiar a Estados Unidos, tanto tiempo sin verlo, sin poder tener ese amigo de sangre a mí lado, es mucha emoción poder volver a sentir su cálido abrazo - te he extrañado mucho - le doy un golpe en el pecho, molesta, le vuelvo a dar otro golpe - se puede saber por qué no contestabas mis mensajes o llamadas?

- Alicia por favor compórtate - exclamó Julieta con cierta contentura al ver a sus dos hijos reunidos. Estos dos a su vez emitieron ciertas risas, Alicia y Arthur eran sin duda inseparables y muy cariñosos entre si.

- Veo que sigues atrapada en tus lecturas y escrituras, cómo vas con eso? - dijo Arthur a su hermana al verla con un vestido blanco con algo de brillo dorado en los extremos de este y su cuaderno de escritura que le obsequió antes de irse.

- Por supuesto que sí, después de todo, quién me impulsó a escribir fuistes tú o no recuerdas? - eso hizo que su hermano le diera un abrazo de lado al saber que todavía recuerda aquel momento triste pero con cierto regocijo

- La verdad, lleva más de una semana en el Jardín en sus mundos de fantasía, es el hecho de que te hayas estado esperando demasiado, un poco más y se vuelve parte de su historia - dijo Julieta después de aproximarse a sus hijos para darles una mirada cómplice a ambos - bueno, voy a preparar algo de aperitivo, los dejo a ambos charlando

Luego de que se fuera la Madre de ambos estos se dispusieron a ponerse a la corriente de todo, Alicia no tenía mucho de que hablar, tan solo de sus propuestas de matrimonio de los hijos de adinerados de la ciudad, la cual ya la tenía un poco agotada el tema. Sin embargo Arthur no hacía más que reír de sus historias con dramatizaje Turco, que no terminaban nada más que rechazando a los pretendientes.

- Madre tiene que detener estás propuestas de matrimonio, me convertiré en la inalcanzable de la ciudad - ambos no pudieron detener sus risas con tal comentario de la chica

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