Tal vez en otro universo Max| Max x Bobby| One Shot| Maxley

One Shot

Nunca se lo ha dicho a nadie antes, especialmente a los que importan. A decir verdad, es consciente de que siempre ha sido un poco extraño. Más extraño de lo que jamás se le ha dado crédito en esos años de juventud, ciertamente, desde aquellos tiempos en los que crecía como un niño excéntrico en la escuela primaria que se sentaba aislado en un rincón, hasta el bicho raro simbólico que estaba de moda y algo genial en los días de la secundaria, y luego a los años menos glorificados de la escuela secundaria, el agotamiento que todos parecían conocer pero nunca supieron realmente.

Así que tal vez se había acostumbrado a la soledad, a la distancia que a todo el mundo le gustaba mantener, a sólo un palmo de distancia, sólo para estar seguro, sólo para asegurarse de que nunca se enredaran en ninguna rareza injustificada. Recuerda saltarse el camino que lo llevaba de regreso a casa todas las tardes, cuando terminaba la escuela, para saltar sobre el colchón lleno de bultos de su habitación, quitarse los pantalones cortos y pasar el día masturbándose hasta que se ponía el sol. Era el único punto brillante de su vida, el tiempo que pasaba con su polla. El único punto positivo. Bueno, excepto por uno más.

Maxie Goof fue probablemente la persona más grande que jamás haya existido en su libro, eso es seguro. Ni siquiera Bob Marley estuvo cerca, ni siquiera en aquellos días embriagadores en los que descubrió las cosas buenas por primera vez, y su horario de la tarde cambió para dejar paso al tiempo necesario para aprender a liar el porro perfecto, tomar esas caladas en la forma adecuada, sostenerlo. ellos durante el tiempo suficiente, con la luz del sol dorada entrando a raudales por la ventana y pintando la escena mientras sus dedos se movían hábilmente sobre la cabeza llorosa mientras canturreaba "No Woman, No Cry" en el reproductor de CD.

De todos modos, probablemente todo fue culpa de Marley. Probablemente lo idolatraba demasiado, por lo que fue fácil dar el salto de la imagen de su ídolo a las imágenes de la piel oscura y muy oscura de Maxie que dominaban su mente en esos momentos especiales consigo mismo. Dios sabe que pensó que era la mierda cuando se dio cuenta de que compartía el mismo nombre que el ícono de la música. A él no le importaba. Sabía cómo funcionaba. Al igual que todos los niños de su edad, tenía sus obsesiones para sostenerlo en los tiempos difíciles. La única diferencia era que no solía saltar de una tendencia a otra. Sabía lo que le gustaba y eran simples, clásicos, atemporales y buenos.

"Mira este", había dicho PJ una vez, en las últimas semanas del último año, antes de acercarse y cambiar el disco. Se había tapado los oídos con las manos cuando el ruido asaltó sus sentidos y sacudió sus huesos.

"No no no no no !" había gritado, galopando hacia adelante para sacárselo, detener los sonidos y ponerse las gafas de sol sobre su cabeza para mirar el ofensivo trozo de plástico en su cabeza. "¿Cómo pudiste pagar dinero por esto?"

PJ parecía dolida y dijo a la defensiva: "Bueno, oye, ella está por todas partes y en la cima de las listas y parece agradarle a todas las chicas, así que si ven que ella también nos agrada a nosotros, eso significa que les agradaremos, y mi hermana piensa que es genial", finalizó en voz baja.

Entonces resopló y dijo: "La única forma en que esta chica será genial es si se afeita la cabeza o algo así", antes de tirar rápidamente el CD de Britney a la basura y sacar a su buen amigo Marley. "Ahora, esto es genial".

Maxie, que siempre pasaba más tiempo con PJ que con él, se rió y preguntó: "¿Llevas tus CD en tu bolso?".

"Tengo un Discman nuevo", había dicho antes de estirar la mano y sacar el otro premio que había estado planeando sacar. "Pero eso no es todo lo que llevo encima".

"¡Dudar!" Fue emocionante ver sus ojos estallar de manera tan cómica cuando se dieron cuenta de lo que estaban mirando. "¿Traes esa mierda contigo a la escuela?"