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LLEVABA ALGUNOS DÍAS SIN VER a Franco, una parte de mi lo extrañaba pero habia estado muy ocupada entre el trabajo y los estudios. Y si hablaba con el Colo era porque venía de sorpresa solo a tomar mates o porque lo veía en la cancha

hace unos dias había rendido un parcial y hoy me llegó la nota, había aprobado con un hermoso 8. Necesitaba festejarlo, y qué mejor idea que salir con unas amigas de la facu?

Florencia y Morena eran unas pibas hermosas en todo sentido, muy buenas personas y extremadamente fiesteras. Donde había joda, ellas estaban

casualmente Franco también iba a salir al mismo boliche que nosotras, y ambas de mis amigas, me animaron a que aprovechara para irme con él. Aunque aún tenía mis dudas sobre eso

actualmente estaba sentada en la barra descansando los pies, ya que me estaban quemando del cansancio. A la vez que me tomaba un fernet y veía como mis amigas bailaban y reían

ambas me hicieron señas, las cuales no logre descifrar hasta que sentí una presencia a mi lado

— disculpa, está ocupado? —aquella voz la reconocí al instante

— Franco! —le sonreí y lo abracé por los hombros fugazmente

— cómo estas? —curioseó hablando a gritos por la música— ademas de muy linda —añadió

— muy bien, vos?

— re bien. Te re desapareciste, qué pasó? todo bien?

miré por encima de su hombro buscando a mis amigas pero en su lugar encontré a una cabellera roja muy conocida junto con una morocha hermosa. Y esa quién era?

volví mi vista al chico frente a mi

— si, perdón. Anduve ocupada con el estudio —formé un pequeño puchero

— esta bien, ni te hagas drama. Qué estas tomando?

— fernet, obvio —le extendí el vaso

sentí su mirada recaer sobre nosotros y sonreí admirando a mi acompañante, me levanté tomando su mano, guiándolo conmigo a la pista. Franco caminaba detrás mío con toda la confianza y con el vaso en mano

de fondo sonaba "por qué te demoras?" de Plan B. Se acercó peligrosamente a mi rostro pero lo esquive dándole la espalda

— que forra.. —murmuró en mi oido sujetando mi cintura

pegó mi espalda a su pecho mientras movía mis caderas rozandome con él. Al levantar la vista, me encontré con la mirada seria del Colorado mientras la chica lo sujetaba del cuello y buscaba tener su atención

le mantuve la batalla de miradas continuando con el baile que estaba haciendo mientras las manos de Franco exploraban mis muslos

tiré suavemente mi cabeza hacía atrás mientras él repartía besos en mi cuello dándole más espacio y sentía su cuerpo cada vez más pegado al mío

los ojos de Valentín recorrieron mi cuerpo y se sintió como si quemara cada parte de mi

— me vas a matar, Anna —murmuró Franco

me giré enfrentandolo y me acercó a él, sus manos bajaron suavemente hacia mi cintura baja. Mi pecho casi chocó contra el suyo con brusquedad y su sonrisa se ensanchó ante mi cara de sorpresa

relamí mis labios haciéndole ojitos pero justo en aquel momento alguien nos chocó

— uhh, discúlpame. No los ví —se disculpó

una sonrisita se dibujo en mi rostro

— estas bien Fran? te ensuciaste ahi, te ayudo? —su remera tenía una mancha de fernet

— no, no. Ahi vengo, esperame —se alejó en dirección al baño

— asi que, una gallina? —habló el Colo— con razón me preferís a mí

— y vos? qué andabas haciendo por acá? —admiré su rostro serio, el cual demostraba cierto enojo

— nada, vine con los de boca —bufó— Sos re trola vos —se acercó a mí

— qué hice? —me hice la boluda

— deja de hacerte la tonta, bien que sabes lo que haces —me sujetó de la cintura con una mano

estrelló mi cuerpo contra el suyo

— vos también, te baila lindo la morocha?

me sonrió y se acercó a dejar un camino de besos desde mi mejilla hasta mi cuello

— vamonos —pidió contra mi piel

— a dónde Valen? —suspiré

— no se, me dejaste la pija re dura bailandole al otro pelotudo. Vos te tenes que hacer cargo de lo que provocas

lo sujeté de los hombros alejandolo de mí y me miró atento

— Valen —advertí

— qué? te vas a ir con el pajero ese? Dale Anna, vos sabes que yo te puedo hacerla pasar mejor —insistió

mordí mi labio inferior escondiendo una sonrisa y él supo que ya me había convencido. Rió y tiró de mi con delicadeza haciéndose lugar entre la multitud de gente

bostera ─ valentin barcoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora