capitulo único

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Buenas!!

Están viendo bien, volví con nuevo fic julienzo después de no se cuánto tiempo. No se imaginan cuanto los extrañaba escribir y encima lo odioso que era no poder conectar con nada, pero estamos en vísperas de Copa América (al fin) y los dos nos están dando de comer con contenido y me sigo sintiendo en las nubes (que no se corte!!! anulo mufa)

Quise traer un temita que pasó los últimos días y fue la noticia de que Enzo se quedó afuera de los juegos olímpicos. Sentí que podía explorar un poquito por ahí y siempre es buen momento para que juntos se den amor y contención (así como ya leyeron antes cuando a Juli le tocó pasarla mal en el City 🥺)

Espero les guste y disfruten porque estoy a nada de llorar en crisis por la tesis así que este fue mi escape de alguna manera.

Pd: le quiero dedicar este fic a agus, por ser mi compañero de delirios 24/7 y con quien no dejo nunca de gritar por estos dos. te quiero mil amigo gallinita 💌

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La noticia había caído como un balde de agua helada y Enzo no pudo evitar la angustia instalándose en su sistema de la manera más horrible y jamás experimentada.

Sabía de sobra que las probabilidades de tener el visto bueno para disputar los Juegos Olímpicos junto a la Selección Argentina eran muy bajas, pero aún así, la ilusión había estado latente. Había hecho hasta lo imposible con el Chelsea para lograr convencerlos y conciliar los términos de su ausencia. Los últimos días en Argentina previo al viaje hasta Estados Unidos fueron un caos de horas y horas de reuniones entre sus representantes y los dirigentes, reuniones que incluso ya venían estableciendo desde Londres para intentar un avance, pero nada de eso alcanzó.

Pero de alguna forma estaba bien la decisión, Enzo sabía que así eran las cosas cuando al fin y al cabo terminaste siendo uno de los fichajes más caros y te lo recuerdan constantemente. Para su mala suerte venían de una temporada muy mala, el director técnico acababa de renunciar y encima, había pasado por una reciente operación que lo dejó afuera en los últimos partidos disputados con el club y lo iban a necesitar si o si para una pretemporada, pero el sabor amargo era algo que le costaría asimilar por un largo tiempo. 

Estar en Estados Unidos para vivir por primera vez una Copa América resultaba casi un milagro, pero sus planes e ilusiones también eran otros, sobre todo porque también habían hablado con Julián algunas veces sobre este tema. Y fue el mismo Julián el que le había insistido en que no bajara los brazos y siguiera presionando porque en palabras suyas él se lo merecía y porque además, quería vivirlo juntos, algo que acababa de hacerle doler un poquito el corazón al recordarlo.

Enzo llevaba más de diez minutos leyendo y releyendo el mail recibido en el correo desde su celular y la realidad le chocó de lleno cuando se dio cuenta que todo lo que había peleado las últimas semanas se había caído en cuestión de nada. Seguramente allá afuera la noticia ya era tendencia en redes sociales y los noticieros, y lo que se supone que se comenzaba a vivir como una experiencia hermosa junto a sus compañeros y su novio con la celeste y blanca, estaba arruinando su ánimo y humor. 

Los pensamientos negativos e intrusivos de que algo de esto también era su culpa no tardaron en llegar, muchas veces cuando tuvieron partidos de mierda se le pasó por la cabeza que había hecho las cosas muy mal e incluso conoció lo mucho que Julián se enojaba por esto, algo así como él siempre lo vive por el club donde juega el cordobés. Pero tenía que pasar este mal rato, más allá de que en ese momento no encontraba la forma. 

Suave, como me mata tu mirada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora