006. dulce y amargo

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universo dentro del mundo jujutsu

El día había sido aburrido, todo el día estuvo en la escuela de hechicería dando clases y supervisando al nuevo joven que había entrado a la escuela

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El día había sido aburrido, todo el día estuvo en la escuela de hechicería dando clases y supervisando al nuevo joven que había entrado a la escuela.

El dichoso recipiente de Sukuna, Itadori Yuji.

El amigable y amable joven de cabellos rosas, ambos encerrados en aquella habitación debido a que la "muerte" del joven. Ella soltó un suspiro. En todo momento no se movió a su lugar. El único sonido que abundaba la habitación eran las películas que Satoru le ordenó a Itadori ver.

Sin embargo su ceño se frunció, podía sentir una energía bastante familiar, una energía que conocía a la perfección.

—Te tengo una sorpresa.— Habló Satoru entrando a la habitación con esa enorme sonrisa.

(N) lo miro en silencio, sin embargo se quedó en shock a mirar aquel rubio que conocía perfectamente, aquel joven que le había roto el corazón en el pasado.

—¿Y mi sorpresa?.— Preguntó ella ignorando completamente la presencia de Nanami. —Esperaba un auto nuevo o algo de comida.

Su tono de voz era seco, sin embargo. Debía admitirlo, sentía una extraña sensación en su estómago, un sentimiento amargo y dulce a la vez, y todo por mirar a Nanami ahí, frente de ella después de tanto tiempo.

Pasaron años para que ella lo pudiera superar, pero ahora era como si todos esos años se hubieran ido. Tenía tres opciones en ese momento, ignorarlo, golpearlo o abrazarlo con tanta fuerza.

Se sentía confusa, abrumada por las diferentes emociones que sentía a verlo nuevamente.

—Sigues igual de sarcástica que siempre.— Habló Nanami en un tono serio. Algo que lo caracterizaba tanto.—No has cambiado ni un poco. ¿Verdad, niña?.

(N) frunció levemente el ceño, ella lo miro a los ojos mientras sentía su corazón latir.

—Ya no soy tu niña, Nanami.— Respondió ella mientras miraba a Itadori quien se encontraba abrumada por las emociones. —¿Qué diablos haces aquí? ¿Te aburriste de tu vida de oficinista?.

Nanami sonrió levemente. Sin embargo su sonrisa se desvaneció en el momento que Satoru lo abrazó del hombro. Invadiendo su espacio personal.

—Yo lo llame, Nanami acepto entrenar y guiar a Itadori a una misión que tengo asignada para el.— Habló Satoru con un tono divertido en su voz.— Aparte, feliz regalo de cumpleaños.

Ella escuchó las palabras de Satoru, negó con la cabeza mientras miraba hacia otro lado.

—Hubiera preferido un rata como regalo, Satoru.— Respondió ella tratando de sonar que no le importaba nada Nanami.

Debía ser fuerte, no podía simplemente dejarse caer ante las emociones.

[...]

Ahí se encontraba, ella observo como Nanami charlaba y le daba consejos para mejorar sus habilidades al joven Itadori. Ella simplemente se sentó en la silla mientras miraba a Itadori salir de la habitación.

Nanami la observo en silencio mientras se acercaba a ella quedando frente a ella. Ambos se vieron en silencio mientras (N) se cruzaba de brazos y alzaba una ceja.

—¿Y bien? ¿Por qué viniste realmente? Tú jamás le harías un favor a Satoru.

Nanami sonrió levemente, seguía siendo el mismo hombre de siempre, tan serio y reservado en público y ante los demás, pero siempre tan atento y amable cuando se trataba de ella.

Observo como Nanami se inclinó, dando arrodillada frente de ella.

—Bueno, no lo hago por Satoru sabes. Lo hago con ese joven e inocente chico.— Habló Nanami con esa sonrisa en labios. El tomo la mano de la chica, acariciando con cuidado el dorso de su mano.

Sintió como el aire se le detuvo, paso saliva mientras sentía las inmensas ganas de gritarle y decirle lo mucho que lo odiaba y amaba a la vez por haberla dejado. Su cuerpo tembló y frunció con fuerza sus labios.

—Bueno sigues siendo amable con los demás. Eso es bueno.— Habló bajo ella con una pequeña sonrisa.

—Y también por que deseaba verte.— Agregó Nanami con sinceridad en su voz.

(N) lo miro con los labios entre abiertos, ella bufo mientras negaba con la cabeza.

—¿Deseabas verme como por..?.

—Me arrepiento de tantas cosas.— Respondió con sinceridad en su voz mientras acariciaba con ternura y cuidado el dorso de su mano.—Me arrepiento de haberme ido. Te extraño.

—No te confundas, no regresaré corriendo a tus brazos solo porque decidiste volver.

Nanami la observo con sorpresa, ambos se vieron en silencio mientras el ambiente dentro de la habitación se volvía pesado e incomodo. Ella se maldijo internamente por todo, hubiera sido mejor si él jamás hubiera regresado. Tal vez ella seguiría con su vida común. Y ahora no tendría sus emociones luchando internamente por la atención de él.

Ella observo como Nanami se puso de pie, llamado su atención. Ella observo como Nanami se acercó a ella invadiendo su espacio y acortando la distancia.

La colonia y el olor de Nanami invadió sus fosas nasales, un escalofrío recorrió su cuerpo a sentir la enorme mano de Nanami detrás de su nuca.

—Haré lo posible para que vuelvas a mi.— Habló Nanami con voz ligeramente ronca.— No importa lo que tenga que hacer, me aseguraré de que te enamores de mi otra vez.





tal vez haga segunda parte :b

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