Beso maternal

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¿Los ateos tenían razón o fuí en serio tan malo? —Pense mientras estaba en algún lugar.

Era básicamente negro infinito, no sentía nada, nisiquiera podía ver mi cuerpo o sentirlo, sabía qué había muerto. Y como había sido, naturalmente de viejo. Aunque si quieres verlo de manera mas técnica mori debido a envenenamiento por oxigeno, después de inhalar continuamente este por casi un siglo hasta que mis células se desgastaron.

Mientras estaba en este lugar negro sin poder cerrar los ojos o siquiera soñar, así que o después de la muerte no había nada o estaba en el último círculo del infierno, según la reinterpretación del infierno de Dante. Dónde mi castigó no era una tortura física, si no simplemente destinado a estar en el vacío infinito con únicamente mis pensamientos y recuerdos. O eso pensé hasta qué vi una figura, creo era una mujer, o eso pensé por su figura vaga, caderas anchas con una cintura estrecha y lo que pense eran dos senos generosos, no exagerados del tamaño de su cabeza como solía ser la norma distorsionada de algun tipo que había visto mucho porno. Qué avanzaba dándome una sonrisa. Hasta que note la cresta en su cabeza, que le daba una apariencia mas como a una especie de animal marino. Pero no podía ver sus rasgos, simplemente sus ojos blancos ceñidos, como los de una asiática, ojos rasgados además de su boca entre abierta. Su figura visible con un contorno blanco en el negro vacío. Mientras que me preguntaba si era un demonio qué se mofaba de mi tortura infinita, me tomo, sentí en un segundo mi cuerpo nuevamente aunque me sentía desnudo. No, mas qué desnudo, era algo hasta mas profundo que la simple falta de ropa, era algo peor que si tuviera todos mis órganos o nervios al descubierto. Cómo si tocara mi alma desnuda y me sentía tan indefenso, como una pequeña cria recien salida del incubador, fuera cual fuera, un huevo o un utero.

Entonces mientras qué sentía todo y creo pude parpadear en el siguiente segundo esta me estaba besando. Mas qué algo sensual o excitante era algo cariñoso, como una madre qué le da en beso en la frente a su recién nacido. Aunque en este caso el beso era en mi boca, pero eso no rompía la sensación de que más qué algo sexual era algo tierno y suave.

Fue un tiempo indefinido para mí, hasta que paró, me presionaba o arrullaba contra ella. Acercando su boca a mi oído para susurrar me algo:

—Adelante no te límites. Madre no juzga... —Su tono era suave como un susurró aunque su tono frío y mecánico cómo una máquina.

Entonces mientras qué habría su boca mostrando otra boca mas pequeña. Era algo raro qué en mi estupor mientras qué esta enrollaba algo alrededor de mi cuerpo cómo una especie de cola larga huesuda. Entonces esta lengua-boca no sabía como llamar a eso, se disparo y estaba por golpearme la cabeza entonces se hizo nuevamente la oscuridad.

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Bien bien... no estes nervioso son profesionales y serán cuidadosos. —Me anime para intentar calmar un poco mis nervios, mientras que miraba al otro lado del vidrio blindado.

Estaba en la sala de observación junto a varios... Supervisores del ejército, qué tenían que primeramente ver que el espécimen fuera obtenido. Este espécimen era probablemente el último xenomoformo existente en el planeta tierra. Encontrado en un antiguo templo en la antártica, un huevo de abrazacaras tan jodidamente antiguo como el templo mismo. El último en existencia por lo menos en este planeta, encontrado sellado en un jarrón. Fue toda una sorpresa para los arqueológos y los miembros del ejército que estaban ahi. Creo que según oi uno directamente se orino encima cuando vió el huevo, algo muy entendible considerando la masacre de ese pueblo hace ya un tiempo por un grupo de xenomoformos. Aunque por suerte de todos los presentes en ese momento la cosa era lo suficientemente vieja para tardar en eclosionar, lo suficiente pará qué lograran sellarlo en una caja criogenica.

¿En serio? Un... una XenomoformoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora