Café. Necesitaba café.
A pesar de los miles de pensamientos revoltosos que giraban dentro de su cabeza por la falta de sueño al trabajar tan tarde en la noche, solo para despertarse muy temprano y abruptamente, pero sobre todo, por cierta persona que había llamado a su puerta y exigía respuestas de dudas que tenía mucho miedo de responder porque no estaba segura de sí todo sería igual, preparar y beber café parecía lo más lógico para mitigar cada emoción y sensación en una sola tarea.
Meena estaba sentada en su sofá, moviendo su pierna hacia arriba y hacia abajo inquieta y agarrando sus pantalones con los puños. Algo la estaba molestando y, a pesar de sus círculos oscuros debajo de sus ojos rojos, su cabello enredado y su ropa no apta para salir, lo que la perturbó fue algo más interno de lo que podía revisar en su historial clínico.
Y así, de pie frente a la cafetera y esperando a que termine de preparar el café, Aoom encontró su distracción. Era perfecto distraerse y fingir que estaba haciendo algo rentable frente a Meena. Sopesando sus opciones, prefirió servirle una taza de café a pesar de que disfrutaba más el té, pero dadas las circunstancias, el café era la mejor opción ahora. Dos cucharadas y media de café y una pizca de leche. Esa era para ella.
"Gracias." Meena dijo mansamente y cansada mientras tomaba la taza de café en sus manos, tomaba un sorbo y tarareaba de alegría. "Está... ¿Cómo sabías que me gusta así?" Aoom tomó un sorbo mientras se sentaba en la silla frente al modesto escritorio dentro de la habitación, girándola para mirarla.
"Una corazonada."
"¿Una corazonada...? Je, claro."
"¿Qué?"
"Nada." Permanecieron mayormente en silencio, Aoom esperando que Meena hiciera el primer movimiento. Incluso cuando era su habitación quería que ella diera un paso adelante y que no la obligara a hacer nada que no quería hacer. Funcionó al final. "Entonces... creo que es seguro hablar contigo en este lugar"
"¿De verdad? ¿Cómo es eso?" Meena señaló hacia el techo.
"No hay cámaras en los cuartos superiores". Aoom tarareó al darse cuenta de eso. "Lo que quería decirte es que, tal como decía mi archivo, me cuesta dormir y tengo pesadillas recurrentes... Mis compañeros lo saben, Jaemin lo sabe... Y desde que dejaste de darme el suero, esto ha sido-"
"Peor." Aoom llenó la frase, Meena asintió mientras tomaba un sorbo de su bebida.
"Si..."
"Te dije que iba a ser difícil los primeros días. Ha pasado una semana y media, quizás tres días más y los síntomas disminuirán".
Aoom honestamente quería creer eso, pero como todos los procedimientos médicos, cada cuerpo es diferente y podía reaccionar de mil maneras. No tenía el cien por ciento de razón, pero la castaña todavía tenía esperanzas de que pronto pasará ese sufrimiento. La droga en sí era compleja, a diferencia de todo lo que había visto antes, obviamente la falta de apoyo financiero tenía alguna inferencia en eso. Sin embargo, la rehabilitación tuvo efectos similares a cualquier otra droga, por lo que fue fácil evitar sus efectos.
"Perdón por mi falta de... Elegir una mejor vestimenta para tal reunión". La médico decidió hablar primero, el silencio se estaba volviendo bastante incómodo después de un par de minutos.
"Debería ser yo quien me disculpe. Después de todo, interrumpí tu mañana." Aoom sonrió y sacudió la cabeza.
"De ningún modo. Siempre es agradable verte."
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Dos, The Protected [MeenBabe]
FanfictionMeena Chatamonchai es una de los cinco miembros de un grupo especial de cautivos del gobierno Iraní, a la edad de 28 años se vio obligada a ingresar a un programa especial de Phoenix Corportion que los usa como sujetos de prueba para fines militares...