Capítulo 19

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19

Kass

La luz del sol radiante me dio los buenos días. Cuando abrí los ojos me di cuenta que él estaba debajo de mí. Mi cuerpo lo estaba encarcelando y la imagen me hizo gracia.

Ayer después de la pesadilla había dormido maravillosamente, dormir con él se sentía bien, hacía bastante tiempo que no descansaba lo suficiente y a pesar de tener los ojos cerrados seguí sintiendo sus caricias en mi cabello hasta que me dormí.

El recuerdo del abrazo que me dio la noche anterior para consolarme me llenó el pecho de reconfortante calor. Me había sentido segura, protegida entre sus brazos, sentí la misma calidez que cuando entraba a mi casa después de un largo día de clases y olía algo delicioso en la cocina, ese abrazo se sintió como...

Como un hogar.

Me permití observarlo mientras todavía dormía pacíficamente, sus pestañas oscuras, sus pómulos altos, esa elegante nariz y esos labios que me hacían querer que ya no fuera mi paciente.

En serio quería besarlo, quería volver a probarlo, el beso que nos dimos luego de la final de mi campeonato fue algo muy diferente a lo que yo haya experimentado antes, sí, había besado a gente antes, pero no, ni de lejos se había sentido así.

Mi cabeza a veces se daba el lujo de recordar la sensación de sus labios y siempre que eso pasaba siempre quedaba con ganas de más.

Una sesión más.

Solo una más y no tendré excusa para no repetirlo.

No es que eso nos haya parado la primera vez, pero no quería seguir desdibujando la línea de la ética profesional, la cual ya era bastante borrosa.

Agendaría la cita tan pronto como llegáramos de vuelta del viaje.

Todo en este chico me conflictuaba, físicamente era guapísimo, sí, pero no soy de las que compran un libro solo por una portada bonita, necesitaba saber que el interior era tan bueno o incluso mejor que el exterior.

Y ese era precisamente el problema.

Como hemos tenido las sesiones de terapia lo he conocido mucho en poco tiempo, sé muchas más cosas de él que personas que lo conocen hace años jamás sabrán.

Y siendo sincera, entendía su carácter y su forma de ser con la gente.

No conmigo, sí con la gente.

Después de la última sesión, podría confirmar un poco más mis sospechas sobre cómo funcionaba su mente.

Aunque siendo honesta, dudaba que encontrara alguna respuesta a su trato especial hacia mí.

Sabía que le gustaba, al menos físicamente. Su descarado coqueteo era evidente, pero no sabía cuáles eran sus verdaderas intenciones conmigo.

"Todo, tu cara, tus ojos, tus pecas, tu sonrisa, lo que haces y dices, veo y quiero ver absolutamente todo de ti."

"Tienes todos los permisos para hacer de mí lo que quieras, Chispita."

El recuerdo de sus palabras resonaba en mi mente haciéndome sentir mareada.

Las nubes de mi cabeza desaparecieron cuando me di cuenta que se estaba despertando.

Sus ojos somnolientos entre abiertos y una sonrisa empalagosa se desparramaba en sus labios.

—Buenos días, Chispita.

Dios.

La voz de este hombre en las mañanas era el equivalente a una ducha caliente después de un día agotador o, como yo le diría, un exquisito canto de sirena para navegantes a la deriva, deliciosa, encantadora y perfecta.

Hacía honor al apodo con el que lo bauticé.

—Buenos días, Sirenita.

—Si voy a despertar así todos los días, tendría una buena razón para despertarme.

—¿Así cómo?

—Contigo encima mío.

Me reí, pero no me aparté, estaba muy a gusto a su lado, quería estar así más tiempo.

—Tenemos que ir a comer, ya casi nos pasamos la hora.

—Quedemos así un momento más, por favor—pidió mientras me sujetaba en sus brazos y me ponía debajo suyo— ¿Cómo dormiste?

—¿Después de la pesadilla y de hablar contigo? Como un bebé.

Una risa baja y aterciopelada vibró entre nosotros mientras él me abrazaba y tenía la cara enterrada en mi cuello.

—Yo también hacía mucho que no dormía tan bien—confesó susurrante.

Me permití el privilegio de seguir así con él un pequeño rato más, se sentía demasiado bien, pero mi estómago sonó reclamando algún alimento.

—Okay, vamos a comer, Chispita—ordenó mientras se levantaba y me extendía la mano.

—Vamos—respondí sosteniendo su extremidad.

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Aquí ya los vi cómo pareja🥹
Dios🙈🙈

Atte:Alexa^^

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