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Llevo aquí 9 meses y aún no encuentro una salida. Ni a alguien.

En realidad no sé si estoy encerrada o si esta es la rutina de una vida común, pero no recuerdo haber comido ni una sola vez estando aquí, tal vez soy un fantasma. Sea lo que sea, no me disgusta.

Cada día se abre una puerta en alguno de los pasillos, y una fuerza muy extraña me lleva hasta ahí.

Existen tres pasillos: rojo, azul y amarillo.

Mi favorito es el azul.

Las puertas te enseñan cosas, vivencias. No tengo idea de quienes son las personas que aparecen ahí, pero creo que me enseñan la vida de alguien más o tal vez la mía.

Nunca he visto mi reflejo, no sé cómo soy. La fuerza no me permite ver cómo estoy vestida (si es que lo estoy) o de qué color es mi piel. Ni siquiera puedo sentir cabello sobre mis hombros o sobre mis orejas, espalda o frente. Es como si sólo existieran mis ojos y nada más.

Mi primer día aquí fue absolutamente aterrador.

Trataba de caminar, pero no avanzaba ni un poco. No tengo piernas.

Trataba de hablar para ver si había alguien. Tampoco tengo boca.

Quería cerrar los ojos y llorar por aquella impotencia, pero no puedo, no puedo cerrar los ojos y tampoco tengo manos para taparlos.

Como dije, no tengo nada más que ojos. Ah, y un nombre.

La maldita fuerza, a la que culpo de estar aquí sola, me dijo que mi nombre era Virginia. Me lo dijo la primera vez que me trasladaba a un pasillo, me nubló la vista y entre sombras pude ver una figura, estoy segura de que era el cuerpo de una mujer, y supongo que era mi reflejo. Sentí un gran alivio con eso, al menos sé que soy una mujer, por lo visto jóven, y por nombre Virginia.

Pero, ¿por qué no puedo verme?¿debo conformarme con ver mi alrededor pero no a mi misma?

Bah.

A veces trato de hablar con La fuerza, pero creo que me ignora. Pero he pensado que él  (o ella tal vez ¿?) Está atrapado/a al igual que yo y sólo trata de mostrarme lo que ha decubierto con el paso del tiempo.

Es imposible de saber.

Sólo una vez he sentido algo fuera de lo normal. Sentí que había algo sobre mis ojos y los cubrían rápidamente, no supe qué era y me asusté.

A La maldita fuerza le llamó la atención aquel reflejo y se dignó a hablarme (cabe señalar que al mencionar La fuerza o La maldita fuerza, me refiero a la misma cosa), me nubló la vista y me colocó en un cuarto blanco en el que aparecían letras de la nada, me dijo que a aquello se le llamaba parpadeo y que era algo totalmente normal en humanos.

-¿Vivos o muertos?- Pensé y aparecieron letras en la nada escribiendo mi pregunta.

-Vivos-. Me dijo. -¿Lograste ver algo diferente, algo fuera de este lugar?-.
-No. Pero, entonces... tal vez estoy viva-.

Eso fué hace 1 mes y no ha vuelto a pasar nada parecido.

Aunque desde entonces he pensado en que La fuerza puede escuchar mis pensamientos y tal vez sepa que le digo La maldita fuerza.

Ups.

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⏰ Última actualización: Jul 06, 2015 ⏰

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