03. El secreto de Jimin

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Jimin vivía bajo la sombra de las altas expectativas de su padre. El típico chico perfecto, popular y agradable ante la gente. Aunque era un hijo modelo en muchos sentidos, había un aspecto de su vida que mantenía oculto: su sexualidad. Jimin sabía que su padre nunca aceptaría que él fuera gay, y el miedo a la decepción lo mantenía en constante tensión.

La mañana del martes, Jimin se despertó gracias al sonido de su alarma, la cual marcaba las 6, pero sintiéndose extrañamente emocionado. El recuerdo del almuerzo juntos y la conversación bajo el roble lo llenaba de calidez. Sonrió para sus adentros mientras se preparaba para ir a ducharse; se puso sus pantuflas, tomó su bata y se dirigió hacia la bañera.

En cuanto emergió del baño, comenzó con su rutina de skincare, tomándose su tiempo y, cuando finalizó, empezó a vestirse con el uniforme limpio y pulcro que colgaba en los ganchos de su armario. Se dio una última mirada en el espejo, estirando por ultima vez el saco de color rojo tinto para retirar cualquier imperfección. Su cabello dorado y sedoso resaltaba mucho su rostro; era lo único de tantas decisiones que ha tomado, que no se arrepiente en lo absoluto.

Su celular comenzó a vibrar debido a la alarma que indicaba la hora del desayuno en el comedor. Con pasos firmes empezó a dirigirse hacia el lugar y, cuando llegó, Jimin buscó a Jungkook con la mirada. Después de un par de minutos transcurridos, logró hallarlo de pie y solo, mirando desinteresadamente hacia uno de los ventanales que daba al jardín. Se armó de valor y se acercó.

—Buenos días, Jungkook —dijo Jimin, acercándose junto a él.

Jungkook desvió la vista y le sonrió. —Buenos días, Jimin —saluda él—. Gracias por lo de ayer. Fue... agradable, ¿sabes? No había tenido antes la oportunidad de tener amigos, solo tenía a Namjoon.

Jimin sonrió, notando la ligera timidez en la voz de Jungkook. —Sí, lo sé y entiendo. Pero también me alegra escuchar eso —dice con sinceridad. Segundos después agrega: —¿Te gustaría sentarte conmigo y mis amigos hoy en el descanso?

Jungkook dudó por un momento, pero luego asintió. —Sí, me gustaría eso.

Jimin le sonrió, pero luego llegó la supervisora, parándose detrás de la silla del centro de la mesa, haciendo que cada uno de ellos hicieran lo mismo formando un silencio. —Buenos días con todos ustedes, queridos estudiantes. Espero que hayan descansado como es debido porque el día de hoy tenemos muchas cosas en el itinerario por hacer y necesitamos la energía suficiente para ello —dice con una pequeña sonrisa. Luego su mirada se posa en el Jungkook—. También le quería dar la bienvenida al príncipe heredero. Espero que tu estadía en Kyujanggak sea amena y grata.

Jungkook asiente y le sonríe de vuelta. —Así será, y muchas gracias.

Las horas de clases empezaron y transcurrieron con normalidad hasta que tocó la hora del almuerzo. Jungkook salió junto a Jimin y este lo guió a una mesa donde ya estaban sentados sus amigos más cercanos: Taehyung, un chico de cabello teñido de colores vibrantes y una sonrisa traviesa, y Seokjin, un joven de aspecto elegante y porte noble.

—Chicos, este es Jungkook. Jungkook, estos son Taehyung y Seokjin —presentó Jimin.

—¡Hola! Encantado de conocerte, Jungkook —dijo Taehyung, extendiendo la mano con entusiasmo—. Espero que te acostumbres rápido a esta locura de lugar.

—Igualmente —respondió Jungkook, estrechando la mano de Taehyung.

—Bienvenido, Jungkook. He oído mucho sobre ti —dijo Seokjin con una sonrisa amable.

La conversación fluía fácilmente, y Jungkook se sintió sorprendentemente cómodo entre ellos. Taehyung y Seokjin eran cálidos y acogedores, y con Jimin a su lado, todo parecía menos intimidante.

Después del desayuno, se dirigieron a sus clases. Jimin y Jungkook compartían varias asignaturas, lo que permitió que pasaran más tiempo juntos. En clase de historia, se sentaron juntos y susurraron comentarios y bromas que les hicieron reír disimuladamente, aliviando la seriedad del entorno académico.

Durante la tarde, cuando las clases habían culminado, Jimin y Jungkook se dirigieron a la biblioteca antes de que esta cerrase, un lugar tranquilo donde podían hablar sin ser molestados. Al llegar, encontraron a pocos estudiantes, lo cual les permitió tener más tranquilidad y comodidad para hablar.

—Entonces, ¿cómo te está yendo hasta ahora? —preguntó Jimin mientras buscaban un rincón tranquilo.

—Mejor de lo que esperaba, gracias a ti —respondió Jungkook sinceramente—. No sé qué habría hecho sin tu ayuda.

—Me alegra escuchar eso. Todos necesitamos a alguien en quien apoyarnos —dijo Jimin, sintiendo un ligero sonrojo en sus mejillas.

Se sentaron en un rincón apartado, y Jungkook se sintió lo suficientemente cómodo como para abrirse un poco más.

—Ayer mencionaste que todos aquí tienen sus propias presiones. ¿Cuáles son las tuyas? —preguntó Jungkook con curiosidad.

Jimin vaciló, su corazón latiendo más rápido. Sabía que esta era una oportunidad para ser honesto, pero también temía las posibles repercusiones.

—Mi padre... tiene grandes expectativas de mí. Quiere que sea perfecto en todo. No puedo fallar, no puedo decepcionarlo —dijo Jimin, eligiendo sus palabras con cuidado.

Jungkook asintió, entendiendo la presión. —Debe ser difícil. Pero no puedes dejar que eso te consuma.

Jimin suspiró. —Lo sé. Pero hay algo más. Algo que no puedo compartir con muchos en realidad... Solo lo saben Taehyung y Jin, pero de alguna u otra manera me transmites la seguridad y confianza que realmente no suelo tener con muchas personas. —Miró a Jungkook, dudando si debería continuar.

—Puedes confiar en mí, Jimin. No voy a juzgarte —dijo Jungkook con sinceridad.

Jimin tomó una respiración profunda. Jungkook lo miró con atención, esperando pacientemente.

—Soy gay —dijo Jimin finalmente, sintiendo que una gran carga se levantaba de sus hombros—. Y mi padre nunca lo aceptaría. Siempre he tenido miedo de que lo descubra... De lo que eso significaría para nuestra relación y que eso llegue a crear tensión entre él y yo, mucho más de la que ya existe.

Jungkook parpadeó, procesando la confesión. Luego, con una suavidad que sorprendió a Jimin, dijo: —Gracias por confiar en mí, Jimin. No puedo imaginar lo difícil que debe ser mantener eso en secreto.

Jimin sintió una oleada de alivio y gratitud. —Gracias por entender. No es fácil, pero... conocer a alguien como tú, que parece genuinamente preocupado, hace que todo sea un poco más llevadero.

Jungkook sonrió, sintiéndose más cercano a Jimin que nunca. —Siempre estaré aquí para ti, Jimin.

Ambos sonrieron con complicidad y Jungkook, por primera vez, sintió que sus padres habían hecho algo bueno por él.

Por primera vez sintió que pertenecía a un lugar.

Por primera vez sintió que pertenecía a un lugar

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Protect the Crown | KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora