𝐀𝐒𝐒𝐈𝐒𝐓𝐀𝐍𝐓 𝐓𝐎 𝐓𝐇𝐄 𝐃𝐑𝐈𝐕𝐄𝐑 : I'm working late 'cause I'm an assistant.
❛ Donde Bridget empieza a trabajar como la asistente de un excéntrico piloto y un imprevisto romance florece entre ambos. ❜
❰ GEORGE RUSSELL x OC! FEMALE ❱
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𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐔𝐄
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📍 Killarney, Irlanda.
ᯓ★ La felicidad verdadera no está en el tener, sino en el ser.
Intuía que el autor de dicha frase jamás se había enfrentado a la ardua tarea de obtener un empleo. Tampoco había padecido situaciones críticas tales como sostener las vidas de una adulta con movilidad reducida y de un par de adolescentes quisquillosos. De ser así, estaba de acuerdo con su afirmación.
Mis pensamientos divagaban mientras mis piernas deambulaban por las gélidas calles de Killarney. Tras ser despedida de la cafetería en la que trabajaba, las últimas semanas habían consistido en buscar un trabajo que me proporcionara el sueldo mínimo para mantener a mi familia. Y, para sorpresa de nadie, la búsqueda del día había resultado tan poco fructífera como las anteriores.
Los puestos brillaban por su ausencia y todos los desempleados se abalanzaban como depredadores hacia sus presas. Me consideraba una mujer valerosa que desconocía la rendición, es más, hasta me habían caído varias regañinas por parte de mi progenitora al no reprimir ciertas reacciones cuyas consecuencias me rebotaban en la cara.
Sin retroceder de más, aquella mañana fui rechazada en una empresa por contradecir al superior de manera imprudente. ¿Qué esperaba? Bueno, sus comentarios acerca de las mujeres y del papel sumiso que debían adoptar chocaban contra los míos y, ¿qué sería de este país sin la libertad de expresión?
Gracias, libertad de expresión. Gracias por ayudarme a permanecer desempleada.
La brisa helada se filtraba por el agujero del abrigo que daba paso a mi abdomen, ocasionándome una serie de escalofríos que posiblemente desembocarían en un catarro. En parte, se podría decir que fue culpa mía por descuidar la prenda de vestir. Mi hermano menor había desarrollado una afición por la moda y el diseño, pero le quedaba mucho recorrido para poder denominarse diseñador. En una de sus tantas prácticas, tomó mi desolado abrigo y le creo una visible y profunda abertura.
La última moda, sí. Era el único que poseía y un mero recorte no me impediría llevarlo.
