Eres una refugiada en Mondstadt que logro salir de Inazuma antes del cierre de la nación, un joven bardo te ayudo a conseguir un lugar donde vivir pero... parece que tu estadía en ese lugar llevaría a algo más.
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Hoy como cualquier día amaneció y la luz del sol pegaba a tu cuarto, un rato de luz golpea tu cara lo que te hace entender que ya es hora de levantarse.
- oowwwghh, aún tengo sueño pero debo apresurarme - comentaste con poca energía, en cuanto te levantas entras a tu baño y te das una ducha rápido.
Eras una sirvienta en el Viñedo del Amanecer, en Mondstadt, llevabas algunos años trabajando para el Señor Diluc Ragnvindr.
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Todo paso cuando llegaste de Inazuma justo antes del cierre total de la nación, no supiste más de tu familia ni de nadie conocido allá ,así que decidiste empezar desde cero en Mondstadt, justo cuando ibas a la catedral, te encontraste con un bardo, vestido de verde que estaba felizmente recitando cerca de la estatua del Arconte Anemo, había mucha gente alrededor de el escuchándolo con mucha atención.
Después de un rato cuando termino el bardo de realizar su espectáculo, el fijo tu mirada en ti y se acercó
- ¿Tu no eres de aquí verdad? - te sonrió
- Eh? Ah no .. vengo de Inazuma -
- Así que cumplió lo que dijo .... - murmuró para si mismo
- ¿Disculpe? -
- Nada nada, me alegra que estés aquí, en Mondstadt la ciudad de la libertad - lo dice emocionado
- Jejejeje, gracias supongo - tus tripas comienzan a hacer ruido de hambre - Ay... Lo ..lo siento mucho - te sonrojaste
- Ay pobre de ti, debes tener hambre después de todo el viaje hasta acá, mira ven conmigo, te invitaré a comer algo -
- Eh, no no no tengo dinero para... -
- Vamos vamos ándale -
El bardo te llevo a rastras hasta "El Obsequio del Ángel", que es una taberna en la misma ciudad, como si nada el bardo entra casi tumbando la puerta.
- ¡Hoooooolaaaaa! He llegado - grita felizmente
- Bueno....ay no el bardo de nuevo - comenta Charles
- Así es ,soy yo y hoy traigo compañía - te jala dentro de la taberna
- Bue.. buenos.. di.. días - apenada
- Buenos días señorita, bienvenida al Obsequio del Ángel ¿Que le gustaría tomar? -
- Yo... Yo- eres interrumpida por Venti
- No le des bebidas, dale comida Co-mi-da, el vino me lo puedes dar a mi - sonríe alegremente
- Solo porque el señor Diluc nos dijo que no le negaramos nada - comenta Charles en voz baja
Mientras Charles preparaba los alimentos y bebidas, el bardo hablaba contigo
- Así que te llamas ___ que lindo nombre, muy nativo de Inazuma, yo me llamo Venti - le toma a su vino - Espero que la ciudad sea de tu agrado, la gente aquí es muy "libre" por así decirlo.
