Desde que te conocí, mi vida cambió. Cada encuentro, cada conversación, es un nuevo descubrimiento. Descubrí en ti un universo de posibilidades, un lugar donde me siento completo. Tu cabello, que cae en ondas perfectas, me hace querer tocar y sentir la suavidad que imagino que tiene. Eres como una obra de arte viva, cada detalle tuyo es una pincelada de perfección. Cada momento contigo es un recuerdo precioso que guardo en el corazón.El primer encuentro fue mágico, como si el destino hubiera conspirado para unirnos en ese instante. Recuerdo la ansiedad y el nerviosismo que sentí antes de verte, pero todo eso desapareció en cuanto te vi sonreír. Tu sonrisa iluminó el ambiente y calentó mi corazón de una manera que nunca antes había experimentado. Paseamos, conversamos y cada segundo a tu lado parecía un sueño del que no quería despertar.
Tu cabello, sedoso y brillante, se balanceaba suavemente con la brisa, creando una imagen que parecía sacada de un cuento de hadas. No pude dejar de admirar la forma en que enmarcaba tu rostro, destacando aún más tu belleza natural. Cada hebra parecía haber sido cuidadosamente colocada para realzar tu perfección. Y mientras conversábamos, todo lo que quería era pasar mis dedos por tu cabello, sentir su suavidad y dejarme envolver por tu fragancia.
Cada palabra tuya era un nuevo descubrimiento, una nueva pieza del rompecabezas que es tu personalidad fascinante. Descubrí que eres amable, inteligente, divertida y con una visión del mundo que me encanta. Cada historia que contabas, cada opinión que compartías, me hacía admirarte aún más. Me sorprendió la profundidad de tus pensamientos y la manera en que ves la vida. Sentí una conexión fuerte y genuina, algo que rara vez se encuentra.
Y cuando el encuentro terminó, sentí una mezcla de alegría y tristeza. Alegría por haber tenido la oportunidad de pasar ese tiempo contigo, y tristeza por saber que tendría que esperar para verte de nuevo. Sin embargo, cada recuerdo de ese día quedó grabado en mi mente, como un tesoro precioso que guardo con cariño. Desde entonces, todos nuestros encuentros han sido una continuación de esa magia, cada uno trayendo nuevas sorpresas y profundizando aún más mis sentimientos por ti.