Infiltrators - MinSung

01. The Mission

Ahora sí que no podía creérselo de verdad.

—¿Qué...? —Fue lo único que pudo articular a su superior, totalmente consternado. Eso no podía ser verdad, pero no podía decir algún "¿Estás jodiendo?" o "¿bromeas?" Era la jodida UDYCO y no podía darse el lujo de hablar con total confianza con sus jefes.

Además, el hombre le miraba bastante serio como para bromear.

—L-lo siento, Teniente —Sudó frío ante la estupidez de haberle hablado anteriormente así. —¿A qué se refiere, Teniente?

—Me refiero a, Agente Han, que esta misión la hará con el Agente Lee Minho —Respondió Namjoon, cruzándose de brazos en su asiento. —El Agente Lee ya tiene experiencia en el encubierto. Y usted, Han, ha mostrado potencial para esta tarea. Todos en el departamento confiamos en ustedes para hacer esta misión.

Jisung apenas podía evitar flaquear ante sus palabras.

¿Lee?, ¿por qué precisamente él?

Aunque quiso mantener su rostro serio como debía ser ante cualquier situación y sólo declarar un "Será un gusto ayudar al país en esta misión", las palabras no salían de su boca y su expresión daba algo de inseguridad.

Namjoon notó aquello.

—¿Qué le pasa, Han? —Preguntó, levantándose de su asiento y poniéndose frente a ella. —¿Dejará que su relación personal con el Agente Lee afecte la misión que salvaría al país de su mayor problema?

La menor regresó su compostura y volvió a elevar el rostro.

—¡No, Teniente! —Su mencionado le miró con reto —Será un gusto ayudar en esta misión para mi país, mi coronel. Lo haré —Sentenció. El mayor analizó su rostro de nuevo, buscando otro ápice de duda. Luego volvió a su lugar sin decir nada.

—Bien, Han —Habló. —Como usted es relativamente nueva en este cargo, le haré llegar un informe con la información del caso y la nueva preparación que tendrá en estos seis meses antes de comenzar la misión —Explicó. Jisung asintió. —Puede volver a su puesto.

Después de conceder en aquella orden, volvió a asentir, dio una última reverencia y se marchó del despacho.

Al cerrar la puerta tras de sí, se permitió soltar todo el aire que había retenido luego de la noticia. Algunos colegas que pasaban la miraban con duda.

Se había puesto increíblemente contenta con la noticia de que por fin lograría ascender de puesto y convertirse en un agente encubierto de verdad, como lo había soñado toda su vida y por lo que había estado practicando tanto. Pero, en cuanto le dijeron el pequeño detalle de que el Agente Lee iría a trabajar con ella y serían un equipo en la misión, fue como si hubiera recibido una bofetada en la cara.

Nada podía salir del todo bien, ¿cierto?

El maldito agente Lee Minho. Aquel malditamente atractivo y egocéntrico ser con complejo de Playboy. Era sólo un idiota y un cabrón.

No entendía cómo podía caerle tan mal alguien, pero Minho había encontrado la manera de joderle la paciencia de todas las formas posibles. Y eso que ella era muy paciente y además no era de aquellos que vivían con odio o resentimiento toda su vida porque no le gustaba guardar ningún tipo de rencor.

Y ojo, que Han no lo odiaba realmente. Sólo no lo soportaba y lo detestaba en todos los sentidos posibles, pero no lo odiaba -según ella-.

Sólo detestaba la sonrisa ladina que le daba cuando le recriminaba haberlo descubierto echando una mirada pervertida sus compañeras o a ella misma; y aborrecía la forma en la que podía ser tan aprovechado y un soso en el trabajo sin que nadie más le diga nada; y tenía ganas de golpearlo cada que se burlaba de ella y también le caía mal el que siempre le dejara todo el papeleo de alguna misión propia y que le tocaba leer a él y no soportaba el hecho de que siguiera burlándose de su puesto como si no fuera importante. Pero claro, no lo odiaba.

Volvió a suspirar y cubrió su rostro con sus manos.

Si no podía soportarlo estando en el mismo departamento que él, no podía imaginarse soportándolo en una misma misión y mucho menos trabajando de lado a lado.

De repente una sombra más grande que ella la cubrió y alzó la mirada, encontrándose con la maldita sonrisa del idiota dueño de sus pesadillas.

—¿Qué? ¿Desesperada por trabajar conmigo, Han? —Preguntó con superioridad, mientras tenía la mano apoyada contra la puerta, arrinconándola. —No te desesperes, pasaremos un buen tiempo juntos antes de la misión.

Cierto, había olvidado que en los 6 meses en los que la organización consigue el expediente, identificaciones, identidades falsas e idea una manera de que puedan infiltrarse a ese mundo, los agentes deberán practicar en entrenamientos y simuladores, además de llenarse de la suficiente información del perfil que adquirirán y sobre el lugar al que se meterán.

—Desesperada, sí, claro. Lo que diga, agente Lee —Resopló rodando los ojos. —De no ser porque realmente quiero hacer el trabajo por la experiencia, me pegaría un tiro.

Minho carcajeó y volvió a verla de nuevo.

—¿La experiencia? ¿La experiencia de ser mi novia? —La castaña arqueó una ceja, el mayor la miró divertido. —¿No te lo dijeron? En esta misión seremos marido y mujer, Han —Le susurró al oído.

Las orejas de Jisung se tornaron rojas después de eso por dos razones.

1. De vergüenza porque se dio cuenta de que todo este tiempo, todos los demás trabajadores estuvieron viendo y por la posible malinterpretación de la situación, especialmente por el último acto del otro.

2. De furia por las palabras de Minho.

¡¿Por qué demonios se les ocurrió juntarlos así?!

¡¿Ella y el agente Lee juntos de esa manera?! ¡Nunca, en ningún universo ni por ninguna razón quisiera alguna vez estar con él!

No quería ni imaginarse cómo podría soportarlo trabajando codo a codo, ¿cómo sería entonces trabajando de esa manera?

Notas del autor:

Como ya saben, el primer capítulo siempre es el más corto.

Volví a editar el capítulo para que los guiones salgan largos, pero no sé cómo saldría esta vez.