Prólogo.

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El viento susurraba entre los árboles, llevando consigo los ecos de antiguos secretos. Aurora se adentró en la biblioteca, un refugio de sombras y polvo. Sus dedos recorrieron los lomos de los libros hasta que uno, con un símbolo celta, la detuvo.

Al abrirlo, una brisa helada pareció recorrer la sala, como si el aire mismo contuviera historias olvidadas. En ese instante, una figura etérea apareció, su rostro sereno iluminado por un destello de luz.

—Aurora —susurró el espíritu—. El tiempo ha llegado.

El corazón de Aurora se aceleró.

—¿Quién eres? —preguntó, sintiendo una conexión inexplicable.

—Soy parte de tu legado. Hay fuerzas dentro de ti que aún no comprendes —respondió la figura antes de desvanecerse.

Con el libro aún abierto en sus manos, Aurora sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que su vida estaba a punto de cambiar, pero el camino seguiría siendo un misterio por descubrir.

Aunque Lo Niegues.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora