Era un 10 de diciembre, aquella chica que estaba a mi lado se marchó y llego momentáneamente alguien mas la cual no me gusta recordar, esta chica nunca le gusto lo que hacía, decía que era de perdedores y que sólo era un chico más, al de los días mi amigo Aldo me ofrece ir a hacer magia a uno de los lugares más emblemáticos de México, bellas artes, yo no sabía si asistir ya que tenia miedo a que nada saliera como esperaba y quedará en ridículo, pero algo en mi mente me decía que era algo bueno y acepte, ese día sentí, lo que en años no había sentido, me sentía feliz y satisfecho conmigo mismo, me encantaba ver las reacciones de la gente al ver lo que ellos llamaban arte, era hermoso y hasta la fecha lo sigue siendo y no me arrepiento de hacerlo.