parte unica

292 49 3
                                    

Zee estaba... algo frustrado. Desde que llegaron a la isla sin estar rodeados de ninguna cámara o algún sasaeng loco que los pudiera seguir, habían disfrutado tanto. Aunque la recepcionista del resort no había sido tan discreta cuando le dio las llaves de su habitación.

— Son amantes — le había susurrado la chica a su compañero, la verdad esto no le molestaba, al contrario, amaba que fuera bastante obvio su tipo de relación. Aunque Nunew se había puesto rojo hasta las orejas pero se atrevió a tomarle la mano, al final de cuentas no era necesario ser discretos.

El primer día fue emocionante conociendo todo, comiendo en una mesa que parecía flotar en el aire, rodeado de naturaleza. Además de que eran libres de coquetear descaradamente y gritar en alto lo que sentían el uno por el otro.

Mi comida... ¿qué es ese título, Hia? — Nunew se rio un poco avergonzado y Zee solo acarició su mano, entrelazando sus dedos.

— ¿Es una mentira entonces? — preguntó con picardía.

Nunew se giró para evitar su mirada, a pesar de estar tres años juntos y conocerse todo el uno del otro, seguía sintiendo vergüenza por ciertos comentarios en doble sentido, pero Nunew no se quedaba atrás.

Me comeré todo lo que tengo enfrente, ¿y quién está frente a ti, Nunew?— preguntó pero su novio no respondió, solo siguió comiendo — Espero que cumplas tu palabra.

Lamentablemente no fue así. Después de haber estado jugueteando en la piscina fueron directo a la cama, Zee estaba algo ansioso ya que Nunew había estado sin camisa.

— Desde que te quitaste la polo y vi tus lindos pezones solo quería morderlos — Zee susurró sobre su piel caliente, Nunew estaba abajo de él y solo dejaba hacerle lo que quisiera.

— Hia, ¿seguro no escucharán?— cuestionó algo apenado, Nunew solía ser algo ruidoso.

— Estamos en una isla, Nunew, tendrías que gritar demasiado para que te escuchen en Bangkok... ¿debería intentar? — dicho aquello Zee empezó a besar el pecho de Nunew, dejando el rastro de saliva en cada parte de su cuerpo hasta detenerse en sus pezones, empezó a jugar con ellos haciendo que se endurecieran, luego procedió a chuparlos provocando que Nunew se estremeciera. Zee estaba demasiado encendido y no pararía ahí, así que fue descendiendo dejando besos en su vientre hasta llegar a sus shorts, listo para sacárselos y continuar con su travesura.

Sin embargo los ronquidos de Nunew le avisaron que estaba en su segundo sueño, Zee se quedó algo atónito cuando vio el bello rostro de su novio con la cara más angelical durmiendo, como si Zee no tuviera una erección en la mano. No tuvo más remedio que besarle la frente y acostarse a su lado, sonriendo por la increíble ternura de Nunew, no había sido la primera vez que ocurría y siempre le causaba la misma risa interna. Era comprensible después de un agotado día de actividades y Nunew, siendo una persona que se cansaba fácilmente, había quedado rendido al final del día.

Despertar al día siguiente con el trasero de Nunew pegado a su parte baja no fue la mejor manera de empezar el día, Zee estaba tratando de controlar su libido, nunca sería de las personas que presionan a su pareja a tener sexo pero, por el amor de dios, era una ocasión única en todo lo que llevaban del año para aprovechar su intimidad pero Nunew estaba más emocionado por realizar diferentes actividades y sinceramente Zee también lo estaba disfrutando.

— Es una hermosa vista, Hia — comentó Nunew con una sonrisa, ambos habían terminado frente al mar después de bucear, Zee aún tenía vivo en su memoria cuando Nunew de nuevo se había quitado la polera, al final de cuentas eran los únicos ahí y sentía esa libertad de mostrar su cuerpo cuando normalmente no lo hacía con los demás pero Zee era Zee, su amante quien lo había visto en todas sus versiones.

Castillo de arena | ZNNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora