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La lluvia freno un poco mientras ambos se encontraban dentro de una librería, fue tarde de compras, las charlas eran divertidas, bajo la excusa de que necesitaba comprar algunas cosas para él, incluso un tv, ya que hace días escucho un programa desde la habitación de Eva que le llamo la atención, parecían tío y sobrina, pudo animar a que la chica comiera, ya que su desanimo no se lo permitía, pero el estar fuera de las paredes del castillo le ayudo mas a ella que a él, ser rey no era tarea fácil, siempre estar en audiencias con otros clanes para unir lazos de nuevo, castigar aquellos que desobediencia, y aguantar a sus hermanos le era supremamente cansador, a el le gustaba estar a solas disfrutando de lecturas pero últimamente con los cambios de los medios de comunicación que ha tenido el mundo, descubrió algo como videos podcast, subidos bajo la plataformas de YouTube.

Puedes tomar un libro si gustas...- dice el rey llegando atrás de ella, sorprendiéndola, viendo un libro de poemas, poemas de amor, algo que le causo algo de curiosidad.

Oh, no señor... yo no traje mis pertenecías...dejé mis tarjetas de crédito en Forks...- dice la chica un tanto penosa, y más recordando de que anda libremente en Italia, sin su pasaporte o sus tarjetas bancarias.

No te preocupes por eso, un libro no se debe negar jamás. - Marcus toma el libro que ella estaba admirando y se lo deja en sus manos, brindando una sonrisa y ambos empiezan a caminar para continuar con su tarde, pero podían ver por la ventana que las nubes se cambiaban a mas oscuras, causando que los ánimos de ambos bajen, realmente no querían volver al castillo que denominaban más como una cárcel que un hogar.

¿Te parece cenar acá? Escuche que hacen una rica pizza a unas cuantas calles de aquí...- brinda su brazo a Eva, quien lo rodea con el de ella y empiezan a caminar a gusto.

No he tenido la oportunidad de comer pizza- dice Eva, viendo los establecimientos y lo tan felices que lucían los turistas conociendo el lugar.

Acá, a la pizza no le ponemos piña como en otros países. - ambos ríen ante lo dicho, referente a la pizza con piña, siendo eso como una especie de declaración de guerra para el país en el que se encuentran, luego de haber llegado y ordenado, Eva ve como ambos van a un salón totalmente vacío, solo estaban las mesas desocupadas.

Pedí un salón vacío para más privacidad, espero que eso no te moleste. - habla Marcus mientras sirve un poco de refresco para la chica, y para el no hay nada.

Luego de que trajeran la pizza, Eva comía en silencio mientras el rey miraba los libros que compraron, era lo único que tenían a mano, de resto de las compras que se hizo, dejaba algunos datos para que los dejaran en su propiedad, en este caso el castillo.

Fue un día relajante y con mucha lluvia para hablar un poco del pasado de ambos, pero no de manera profundad, Eva contaba las travesuras que hacía y Marcus contaba las veces en que se pregunto si sus hermanos eran normales, Eva lo ayudo con las compras que hacía, pero para Marcus no se le paso como la chica veía los almacenes de ropa, alguno que otro conjunto de ropa que le llamaba la atención.

Ambos llegaron al castillo en el vehículo, escuchaban un poco de música, mientras el vampiro le hablaba acerca de los países a los que el ha ido, caminaron a paso lento por el lugar mientras el la acompañaba a su habitación.

Grecia, es hermoso, sus islas las mejores, y allá tengo mi hogar, una pequeña casa frente al mar.- ambos iban despreocupados a pesar de que muchas personas ya notaron su presencia, llegaron a la 10 pm, bastante tarde para la chica, pero como andaba con uno de los reyes quien se atrevería a reclamarle al rey porque se llevó a Eva y la trae a esa hora, entre esos estaba Alec quien estaba atento ante cada palabra y cada respiro de la humana, desde lo mas profundo de los calabozos donde estaban torturando a un neófito.

SOMBRA - Alec VulturiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora