Capítulo 2

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[Iris]

Fui al aula de castigo molesta, jamás me habían castigado y por culpa de ese chico...

-Siéntate y hablemos un momento Iris-dijo el profesor cuando entré al aulaMe senté en una de las sillas que estaban más cerca de él y suspiré-¿Qué te ha pasado esta mañana? Nunca habías actuado así-me miró algo preocupado.

-Nada, simplemente no me cae bien ese chico

-¿Ya lo conocías?

-No

-¿Y entonces?-preguntó mirándome con curiosidad

-Nada- no tenía por qué darle explicaciones, solo era mi profesor

-Bueno...ya veo que no quieres hablar, pero cuando quieras aquí estaré para escucharte, ¿entendido?

Asentí y me levanté para salir. El profe me caía bien, siempre intentaba que hubiera buen ambiente entre nosotros y con él, pero a veces, ese mismo motivo hacía que me sacara de quicio.

Al salir del instituto me encontré con Mireia, siempre vamos juntas a casa porque vivimos cerca, a un par de calles y además es mi mejor amiga

-¿Qué tal fue?- se acercó a mí y me abrazó

-Bien, bien, ya sabes como es el profesor Alec, solo quería hablar

-Me lo imaginé-rió y de repente se puso seria-¿qué te pasa con el chico nuevo?

-Mireia...no preguntes por favor, no es nada importante

-Es porque...-la miré mal, quería que se callara- vale...me parece que es por eso, pero el chico no tiene la culpa Iris...

-Ya lo sé, solo lo quiero lejos de mi vista, solo eso

-Esta bien, por un lado lo entiendo pero...

-Pero nada, no hablemos más de esto por favor

-Vale- suspiró y empezó a hablar de cosas que le habían pasado durante mi ausencia de hoy. Era sorprendente las cosas que podían pasarle en tan solo unos minutos.

No tardamos mucho en llegar a casa, un par de minutos yendo sin prisas.Me despedí de Mireia y entré a casa. Mi madre se encontraba en la cocina haciendo uno de sus experimentos, le encantaba hacer postres, pero todos sabían horribles

-Hola mamá-dejé mi mochila colgada en una de las sillas y me senté

-Hola cielo -dijo sonriente mientras cocinaba-¿qué tal el día?

-Bien, bien -mentí-¿y el tuyo?

-Genial, al salir de trabajar me encontré con una viejo amigo, al parecer volvió hace poco aquí, estuvo viviendo en Inglaterra y ahora que ha vuelto...le he invitado a cenar, en un rato estarán aquí- me.contó emocionada

-¿Estarán? -pregunté sin entender

-Sí, él y su hijo Leo-No me podía creer lo que acababa de decir

-¿Cómo? Mamá no quiero que vengan

-¿Por qué? -dejo de cocinar y me miró

-Porque...-me quedé callada, no sabía como decirlo y si eso sería lo mejor- nada...olvídalo

Me miró un par de segundos y volvió con el postre

-Ve a ponerte guapa que van a venir en un rato

-Si mamá- cogí mi mochila y la llevé a mi habitación.

Suspiré y me fui a duchar. Por mi mente se pasaban miles de formas de librarme de la cena.ponerme de repente enferma, un examen, una urgencia de Mireia....Pero mi amiga tenía razón, él no tenía la culpa, pero yo no podía...

Tras ducharme pillé lo primero que vi en el armario: unos pantalones vaqueros y una camisa color bermellón. Me hice una coleta y me senté en mi cama, esperando el momento de que llegarán ya para ir deseando que se marcharan. Cuando tenía que pasar el tiempo rápido, no pasaba...Esta noche seguramente sería horrible..

¿Por qué tenía tan mala suerte?

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⏰ Última actualización: Jul 06, 2015 ⏰

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