★♪ Hasta el Último pétalo ♪★

I

Lunes 16 de enero
6:50

Está mañana una joven cualquiera se quedo dormida, cuando despertó decidió que no abriría ese día su local.

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7:00

Una mañana como todas las mañanas un joven no tan joven se encontraba terminando de abrir su local, era lo único que tenía aparte de su hija y su coleccion de patos de goma, siempre dejaba a su niña en la secundaria antes de irse a abrir el lugar donde trabaja después de todo no tenía nada que hacer durante todo el día y de alguna u otra forma debía de mantener los gastos de su casa y sobre todo guardar dinero para pagarle la carrera que en algún momento su niña debía escoger, todo se complico un poco a partir de que de un día para otro la madre de la niña y esposa del joven se desapareció, no dijo nada, no dejo nada, así simplemente se esfumó, pero eso no fue ninguna barrera para el joven Lucifer el cual ahora estaba a cargo de una hermosa niña.

Esa mañana se encontraba viendo un poco la televisión que tenía ahí adentro del local justo al lado de la barra donde atendía, era una novela que nunca antes había visto pero como todo lo demás eran noticias decidió que se quedaría en ese canal a ver qué pasaban después de la novela.

-¡¿Por qué no me amas José María?!¡no puedes simplemente irte así!- exclamó la tipa del programa

-te entiendo Bianca...- se dijo así mismo el joven Lucifer quien apenas conocía el programa y ya sabia la vida completa de la protagonista; Bianca.
Cuando menos se lo espero la campanilla de la puerta sonó y después de eso un golpe seco lo cual hizo que Lucifer se sacará de onda porque pues que miedo ¿que tal y era un asalto?

Cuando Lucifer observo bien se dió cuenta de que era un tipo alto de lentes y piel morena que al parecer se había golpeado la cabeza con una de las plantas colgantes del lugar, ¿Quien lo manda a estar tan alto? Pronto se encamino hacia el tipo y se colocó justo frente a el para ver si podía brindarle algo de ayuda o ayudarlo con algo.

-disculpe, ¿Se encuentra usted bien?-pregunta Lucifer de manera inocente buscando de alguna manera brindar apoyo

-si estuviera bien no estuviera aquí sobándome la cabeza, ¿quien lo manda a poner plantas colgantes a la entrada y dejarlas tan abajo?- dice el otro joven quien todavía se frota la frente.

-bueno ¿por qué no se fijo? Tan alto y tan torpe, una disculpa-dice Lucifer

-usted tendrá que quitar toda planta colgante que se encuentre frente a la entrada de su local, ¿no querrá más accidentes así?-El joven moreno dice enderezando se pues estaba hincado casi a la altura de Lucifer.

-pero se me va a secar si la cambio de lugar-dice Lucifer medio devastado por lo que tendrá que hacer- ¿por qué mejor no va a otra florería y así no se molesta con más golpes en la cabeza? - dice finalmente

-¿por qué habría de hacer caso? Usted estaría perdiendo un cliente si me voy

-Oh, es verdad. Bueno en ese caso pase y dígame que es lo que quiere que le venda-dice Lucifer dándole la razón al moreno

-bueno... Algo simple como un ramo de rosas, de unas... ciento un rosas

- ¿no preferirá ciento un dálmatas? -dice Lucifer tratando de aguantar la risa de su propio "chiste"

-graciosito, deme mis rosas y ya- dice el moreno acomodando sus lentes 

-bueno, pero ¿que es lo que le trae a mi local? Nunca lo había visto por acá-Lucifer empezó a preparar el ramo de rosas envolviendo lo en un papel rojo oscuro y en otro de color negro con decoraciones de estrellitas doradas

-digamos que la otra florería a la que voy está cerrada está mañana, no se que rayos paso con la dueña del local, pero no importa - el moreno hablo sacando de su pantalon su cartera

-bueno ya que eres mi cliente, y no se por cuanto tiempo ¿cual es su nombre?- Lucifer recorta los petalos y las hojas que se ven marchitas y ordena lo demas- 

-Alastor, y usted...? - alastor mira de arriba hasta la cintura a lucifer que es pues hasta donde le llega el mostrador que de hecho esta sobre un banquito

-Lucifer, mucho gusto ahora que lo pienso ¿por que pide usted ciento un rosas y no las cien exactas?- lucifer termina de ordenar el ramo y busca entre sus cosas un liston

-no es mucho de su incumbencia pero ya que pregunta, me gusta quedarme una rosa y asi se mas o menos cuando comprar otro ramo, mi mejor amiga es muy dulce y trabajadora y merece un buen ramo cada semana-

-que buen amigo debes de ser, no la conozco pero bien por ella- el rubio hace una pausa y calcula cuanto sera del ramo- bueno... son 200 pesos

-de acuerdo- alastor saca un billete y se lo extiende a lucifer, procede a tomar el ramo y darse media vuelta- gracias, que tenga buen dia

- por nada... y, tomare en cuenta esto de las macetas- lucifer se despide y alastor le regresa la despedida para proceder a salir de la tienda sonando la campanita

con Alastor ya fuera, lucifer podia seguir viendo su novela hasta que llegara la hora de recoger a Charlie, su hija, una chica que busca el bien de los demas en este mundo tan cruel<<penso lucifer>>

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*Lo que ambos no sabian, es que ahora que ambos se habian encontrado, el destino (aunque suene muy tonto) no los separaria, aunque claro no todo es facil y para llegar a un objetivo siempre se atraviesa una tormenta antes de llegar al arcoiris (ok jsjs)