Pequeña distracción. ♡▕ ToNao / Toji x Naoya. ๑ Jujutsu Kaisen.

Volvernos a ver.

En una de las excursiones que solían organizar en la escuela, por estar distraído Naoya dejo caer su celular en un rio poco profundo, recuperarlo no fue tan difícil, pero quedo averiado, lo que ameritaba tener que llevarlo a un centro de reparaciones. Cuando volvió a casa, le entrego el ¡phone a su padre para que pudiera llevarlo a reparar, sufriendo en consecuencia un pequeño regaño.

Días después, se le fue entregado a Naobito el celular arreglado, le pareció curioso que el celular de su hijo tuviera tantos mensajes de Toji, supuso que hablaban cosas de hombres, temas sobre chicas o videojuegos, esas cosas, pero grande fue su sorpresa cuando leyó los mensajes subidos de tono que se intercambiaban Toji y Naoya, donde quedaba en claro que habían tenido encuentros sexuales, y que estaban en una especie de relación. Naobito se puso rojo del coraje y también por la vergüenza que sentía de tener un hijo homosexual.

¿Su solución? Fue pedir a la empresa para la que trabajaba un traslado al otro lado del país, se llevaría lejos a su hijo de Toji. Era eso lo único que podía hacer, mantenerlos separados, no quería involucrar a la policía porque eso seria sacar a la luz las cosas que su propio hijo se dejó hacer, eso mancharía el apellido de Naobito junto a su reputación.

Naobito hablo con Toji, le amenazo, dejándole muy en claro que no quería que mantuviera contacto con su hijo de ninguna forma, Toji acepto, al ser descubiertos, ambos estaban en una situación delicada, no quería que Naoya pasara más castigos por parte de su padre.

En casa las cosas fueron diferentes, Naobito no hablo del tema con su hijo, solo le dijo que se mudarían al otro lado del país dentro de un par de días. Naoya no era tonto, y podía entender lo que pasaba, después de ver que Toji le bloqueo de todos lados. Fue realmente triste para él, saber que ya no podría seguir viéndose o tan siquiera mandarse mensajes con su primo mayor. Pero estaba consciente de que algún día eso iba a pasar, después de todo era solo un adolescente estúpido jugando a cosas de adulto. Sin embargo el realmente quería a Toji, lo adoraba con todo su corazón, y ahora tenerlo lejos, le dolía en el alma, sentía un vacío enorme en su pecho.

Tuvo que volver a empezar de nuevo, vivir en una ciudad nueva, ir a una nueva escuela, hacer nuevos amigos y tener nuevos maestros, no obstante, ahora era una persona diferente, tenia una personalidad más reservada, todo lo que fue y lo que hizo se quedo en aquella ciudad donde nació. Pudo llevar una vida normal, integrándose perfectamente a su nuevo entorno, aunque sus sentimientos seguían siendo los mismos, no tenia mente para pensar en otra persona que no fuera Toji, guardándole un ''luto'' eterno. Ahora solo tenía las fotos que se tomó junto a Toji para recordar, solía verlas de vez en cuando, sobre todo en los días donde se sentía decaído, recordar cómo fueron felices juntos, aunque hubiera sido por pequeños momentos, le daba alegría a su corazón.

...

Pasaron los años, hasta que llego el día en que Naoya cumplió 18 años, estando muy entusiasmado por que faltaban un par de meses para que fuera su graduación de la escuela. Tenia pase para llevar a un invitado, pensó en reservarlo para su padre, pero días antes del evento de graduación, Naobito le informo que no podría ir, por cuestiones de trabajo, nada nuevo para Naoya, siempre estuvo resignado a que su padre antepusiera el trabajo, ante todo.

El evento de graduación sería en un salón bastante grande y elegante, muchos alumnos llegaron antes para prepararse mejor, todos iban vestidos con la toga negra junto al birrete. Naoya iba llegando en su automóvil nuevo, que fue un regalo de parte de su padre por graduarse con las mejores calificaciones. Salió del auto, caminando por el estacionamiento cuando se detuvo en seco, observando a quien tenía enfrente suyo viéndolo a pocos metros, no era nadie más que Toji, vestido con un traje formal negro, quien sostenía entre sus manos un ramo de flores amarillas y blancas. No dudo en correr hacia su primo mayor, lanzándose hacia él, dándole un fuerte abrazo, sentir como aquellos brazos también rodeaban su espalda era tan reconfortante.