Cap 3

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Luego de esa noche muy remotamente, ajetreada, Mariana habia quedado hecho papilla, no solo físicamente, sino que emocionalmente también lo estaba.
Le dolía donde lo habían golpeado, y también sufría por su crush embarazada y que posiblemente ya no la vea.

Ahora tendría que estar con un omega muy, pero muy fastidioso, el de su parte, odiaba a los omegas. Por culpa de estos sus padres no pudieron ser felices, dejándolo a él sin nada, desde tan pequeño, creció sin absolutamente una pizca de amor de sus padres, solo porque un tercero (omega) se habia metido en el matrimonio que serían sus progenitores.

Aunque su amiga Mayichi fuera una omega recesiva no le molestaba, pero le hirió a su orgullo el hecho de que le gustase, más bien estuvo feliz de que ni siquiera fuese correspondido, pero dios, dolia como el diablo no ser el padre del niño que estaba esperando esa mujer, cuya aparecía desvanece de su mente por el cansancio.

Se podía ver a un Mariana destrozado, en una cama, que ni digna de ser llamada cama podía ser, al estar tan dura, ni siquiera un dulce dueño te podría dar, el pobre hombre se encontraba ahí, con tantos golpes y cortadas por parte del oso de negro. Le ardía su cuerpo y su mente queria dormir, o quizas, estar cerca de su changuito también estaría genial, pero no puede, no reconoce nada de ese lugar, absolutamente nada.

Tantos pensamientos hacen que él vaya cerrando los ojos de apoco, dejando que Morfeo se apoderada de sus sueños, en los que por lo menos, estaba feliz.

★^★^★^

Era de madrugada, cerca de las cinco y media, se podía ver a un joven omega con una mirada frustrada, había hecho un trato con Mayichi, le traería al hombre que él quería y ella podría irse como si nada, pero adivinen qué...
NO ERA ESE ALFA, bueno el pibe que le habían traído, aparte de ser el equivocado, ni siquiera era un alfa, era un estúpido e inservible beta, posiblemente ni lo podría satisfacer en la cama, hasta le daba asco pensar en tocar el cuerpo del chico alto.

Y si bien, era atractivo, para el no habia un alfa inigualable del que ya se habia enamorado, el bellísimo Roier, ese modelo hibrido de araña, ese era su alfa, lo sentía, y lo quería.
Su omega, ordenaba por él, por cogerle su culo y quedarselo para él.

Ah, porque no les contó, Spreen, no es un omega cualquiera, el era uno de esos pocos a omegas dominantes en el mundo, bueno, no era una minoría, ya que según investigaciones, solo habían siete omegas dominantes, entre ellos estaba el, como el sexto, el septimo...sabrá dios quien putas era.

El no dejaba que le toquen su culo, a nadie.
En todo caso, el tendría que ser el de arriba y joder, era buenísimo ser el de arriba, Spreen al ser un omega dominante no tenía esas facciones delicadas, más bien era como un alfa, uno inigualable.

Cualquiera que pasara la noche con el advertían que jamás podrías olvidarte de él. Para Spreen solo eran aventuras, ya que no planeaba entregarle sus sentimientos a nadie más que a ese alfa, podría llevarse sus sentimientos junto con su virginidad anal.

El omega sabía que con solo liberar sus feromonas, ya tendría a cualquier alfa y omega a sus pies, eso lo sabía muy bien.

★'★'★'

Ya era de mañana, el oso irritado, sabía que tenía que sacar a su "prometido" de su sotano, y dejarlo en una habitación de esa mansión, pero a decir la verdad, no tenia ganas de siquiera abrir esa puerta, pero ahí estaba, al frente de ella, escuchándose unos pequeños sollozos y gemidos de dolor.

Él no sentia pena en absoluto por lo que le hizo, un beta inútil como el tendría que saber su lugar tarde o temprano, tampoco iba a dejar que el chico alto se pasara de listo con él.

–¡Levantate hijo de puta!–El grito se pudo escuchar por toda la casa, y bien fue tan fuerte como para que los guardias de arriba se mantuvieran en su posición por el miedo.

–ugh...a este punto las mañanitas era mejor...–. Mariana se tapaba con su almohada improvisada sus orejas, dejando ver su no cooperación al levantarse.

Spreen como todo macho alfa que era, lo habia agarrado a las piñas, y bien terminó bastante mal, ya que uno se partió sus uñas y el otro sus anteojos.

–¡¿OMEGA PENDEJO NO VES LO QUE HACES?!–. Spreen se había sorprendido ante esas palabras, no podía creer que el beta más inútil le haya dicho algo así, a su pobre segundo genero (quien apesar de ser fuerte, por las palabras del beta ahora estaba triste"

"Nos dijo omega malo...yo quiero ser bueno, Spreen, nosotros somos unos omegas malos...?"

Spreen, con su celo en la vuelta de la esquina sabía que a su omega interior le afectaba cualquier mierda exterior.

–Cállate beta inútil, no te haz visto al espejo? Estás horrible, me haz visto a mi no? JA, con qué descaro me vienes a decir inútil, si tu eres un hombre desempleado, yo soy dueño de tres franquicias prosperas, tan famosas como Robert Pattinson–. Al terminar esto, Spreen le había escupido, totalmente divertido por eso.

-no te preocupes yo...nada más es un beta pelotudo. No le hagas caso al maricón.

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Lo siento por no escribir, tuve muchos percances, cumpleaños y problemas con ex amistades.

Espero que les vaya bien en el colegio y que estén disfrutando de esta porquería.

matrimonio por contrato.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora