Es extraño, creo que en realidad nunca encontraré a esa persona especial para hablar de lo que en verdad quiero hablar, o hacer; quizás es solo que no debo buscarla y dejar que llegue. Es sumamente extraño, siento tanta admiración y atracción por épocas tan antiguas, qué un día tuve un sueño tan real y profundo al respecto: incluso soñé con una persona que jamás en mi vida la he visto, pero sentía que la amaba, era un sentimiento tan puro, un sentimiento de amor tan solemne... Mis sueños últimamente han sido tan claros, que siento que sí suceden, y despierto en la oscuridad con la sensación de querer entender la razón de ellos. Y es lo más extraño; pienso en los backrooms, una sensación así de extraña y melancólica cuando recuerdo esos sueños. Gracias a ese sueño en el que encontraba a esa persona especial, fue porqué escribí mi última obra. Creo qué siempre seré incomprendido y extrañado por sentirme ajeno e intentar embonar en situaciones o personas que en realidad no me interesan lo suficiente o no debería esforzarme, pero como no sé decir qué «no» por mi estúpida forma de no querer lastimar e incomodar a nadie, yo siempre seré quien diga que todo está bien. Pero no solo se trata de eso, entendí que a pesar de todo, soy un esclavo de la sociedad, en un camino de deconstrucción futuro; yo, tendré mi libertad. Después de todo, soy relativamente joven, y creo también en mis momentos más maduros qué, todo es tan fácil de resolver, que hay que reírse y llorar pero seguir, todo es momentáneo y efímero, nada y nadie dura para siempre, todo es un cambio continúo. No todo se trata de buscar con quién ser feliz, buscar respuestas del interior es más difícil pero necesarias... Hay más en la vida del ser humano que compartirla con alguien más. Sé qué hay todavía más. ¿Por qué digo esto? Porque en realidad nunca nada lo es todo.
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