Nunca llegue a reflexionar con tanto detenimiento mi persona en especial, cuando me miré a fondo, no me gustó lo que vi. Era la primera vez que sentí qué en realidad no estaba bien como ser humano. Luego, acepté que me equivoqué, fue duro, pero acepté mi error, ahora no puedo cambiarlo. Nadé contra corriente un tiempo, pero, fui flojo y me deje arrastrar de nuevo por ella a su voluntad... En consecuencia creí que no pasaba nada y lo arruiné. Cuando dejé que las cosas fluyeran está vez sin poner tanto empeño por arreglarlo, entendí que en realidad no importa, a nadie le importa. Solo importa cuando no sigues los pasos de los demás, cuando lo que a todos de cierto entorno encuentran divertido (y si quieres ser parte de este), igual lo pensarás así, pero, si no, entonces un fuerte camino solitario te aguarda.
¿Por qué somos esclavos de la sociedad?¿Por qué pensamos qué algo esta mal en nosotros si no podemos embonar en ciertos grupos o personas? Pero, es que al final del día duele, aunque no sean personas que nos beneficien o qué queramos, el rechazo duele. Aunque no todo esta perdido, supongo todo es una enseñanza continúa, y ese dolor es momentáneo, porqué no es que en realidad el mundo se detenga debido a esto, o tu vida sea miserable. Ahora entiendo, y sigo luchando por entenderlo: es mejor serte fiel a ti mismo un millón de veces, que traicionar tus pensamientos por un montón de ideas momentáneas también. A las personas les da miedo la autenticidad, la esencia; cualidades que lucho mucho por no perderlas. "Eres tú contra ti mismo, no contra los demás".
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