capitulo 15

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Taehyung caminaba en la oscuridad, cruzando el puente de Seúl con una mirada apagada y una tristeza profunda

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Taehyung caminaba en la oscuridad, cruzando el puente de Seúl con una mirada apagada y una tristeza profunda. Con una mano apretada en el bolsillo, intentaba contener su corazón, haciendo que el dolor sea más fácil de soportar. Las luces de las calles se reflejaban en las olas debajo de él, como si fueran las únicas fuentes de calidez en su vida.

Cada paso de Taehyung era una lucha contra el peso emocional que le estaba arrastrando hacia abajo. Su mente estaba inundada de recuerdos amargos y hondos sentimientos de dolor y soledad. Aunque quería desesperadamente alejarse de sus problemas, sentía que estaba atrapada en un círculo interminable de tristeza.

Taehyung lo siguió andando en silencio, ignorado por los automovilistas que pasaban a su lado. El viento frío le rozó el pelo mientras caminaba al borde del puente.
Se detuvo en seco, apretando la mandíbula con fuerza mientras contemplaba las oscuras olas del mar. El brillo en sus ojos ya no estaba; su mirada estaba ausente, vacía de sentimientos.

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Yoongi y Jungkook giraron en círculos por las calles de Seúl, buscando desesperadamente a Taehyung. Los nervios se agitaban en sus cabezas mientras se preguntaban dónde haber podido ir.
Jungkook era el primero en hablar, su voz tensa y enojada.
—¡Esto no tiene sentido!

Suga frunció el ceño y se golpeó el volante con la mano.
—¡Tengo la misma sensación, Jungkook! ¡No tenemos ni idea de dónde se ha ido!

— No tiene sentido — continuó Jungkook, bajando la voz hasta que apenas fue audible. — ¡No puede haber desaparecido!
Yoongi volteó para mirar a Jungkook por un momento antes de volver a concentrarse en la carretera.
—No es que se haya desaparecido — dijo, su voz baja y calmada. —Creo que se fue con una intención .

Jungkook se detuvo, sus ojos se fijaron en un punto en la distancia, como si se hubiera perdido en sus propios pensamientos.
—Tú... lo conoces, ¿verdad? — dijo, suspirando profundamente. — ¿Recordarás que te he hablado de Jimin antes? Es el hermano menor de Taehyung.

Jungkook hizo una pausa, intentando digerir el asunto.
—Me llamó desesperado, Yoongi — continuó, su voz inestable. — Me dijo que Taehyung se había ido de la casa después de una discusión. Dijo que simplemente no podía hacer nada, por lo que me llamó a mí, conociendo el papel que juego como su psicólogo y amigo de su familia.

Yoongi se inclinó hacia adelante, escuchando con atención.
—Creo que podemos encontrar — dijo, apretando los dientes. — Necesitamos dar vueltas y empezar a preguntar a algunas personas. ¡Taehyung debe estar aquí en alguna parte!

Taehyung permanecía firme, con el viento frío golpeándole la piel como una lanza. Su mirada seguía perdida, como si estuviera en trance.

Un nuevo grupo de gente pasó caminando por su lado. permaneció inmóvil, sabiendo que esta vez no había vuelta atrás.

cerró los ojos, permitiendo que su mente se sumergiera en sus recuerdos. Algunos buenos, otros malos, pero todos eran lo que los conformaban. Era el momento de dejar que su vida terminara en paz.
Un escalofrío recorrió su espalda mientras su corazón empezaba a latir con más fuerza. No podía seguir luchando.

Abrió sus ojos y miró al océano profundo frente a él. Una paz arrepentida se asentó en su corazón, como un regalo del cielo.
Él sabía lo que estaba a punto de hacer y sabía que era lo correcto.
El sonido del viento silbante y el golpeteo de los pasos de la gente empezaron a disminuir hasta desaparecer por completo.

Taehyung reculó, sintiendo el camino blando y helado debajo de sus pies.

—No hay nada que pueda hacer para cambiar las cosas —susurró , como una oración, siendo sus últimas palabras.

Entonces, con un último y profundo suspiro, se tambaleó y cayó al mar.

Las olas se cerraron sobre su cabeza, llamando sus pensamientos y cualquier otro sonido. Taehyung se vio a sí mismo en un mundo distorsionado, flotando en una extraña quietud.
Los pensamientos de su vida y sus recuerdos empezaron a desvanecerse, desvaneciéndose poco a poco. Todo lo que le quedaba era la paz.

La gente se congregó en torno a la valla del puente, sosteniendo sus celulares, tras ver a un joven caer al mar pocas personas lo vieron  sus manos delante de ellos, incapaces de apartar sus ojos del punto donde Taehyung había caído.
Un par de autos se detuvieron en la carretera, bloqueando el tráfico. Las personas gritaban y las sirenas de las patrullas de la policía resonaban en la distancia.

Taehyung escuchaba los gritos y el bullicio desde abajo de la superficie del mar. A través de las olas, podía ver las caras contorsionadas de los observadores que se acercaban a la valla.
Era extraño, pero se sentía contento. Había causado tanto alboroto solo para que se dieran cuenta de que había terminado con su vida.

Jungkook y Yoongi estaban estancados en el tráfico, sin moverse un milímetro mientras escuchaban a la gente gritar y susurrar alrededor de ellos.
—¡Alguien se cayó! — dijo una voz a su izquierda.
—¡Es un estudiante! — dijo otra desde atrás.
—¡Dicen que está en el mar aun!

Jungkook y Yoongi saltaron del auto y corrieron hacia la valla del puente, empujando gente a su paso.
—¡No puede ser él! — dijo Jungkook, su respiración rápida y difícil.
—¡Vamos, tenemos que estar avanzar! — continuó Yoongi, siguiéndole los pasos.

Jungkook y Suga escucharon las palabras entrecortadas que repetían a su alrededor, sus expresiones tensas y sus cuerpos fuertemente alertas.
Los dos se miraron brevemente, como si quisieran rechazar la idea de que podría ser Taehyung.
—¡No puede ser él! — dijo Yoongi, negando sus pensamientos.

Al llegar a la valla, ellos se encontraron con una multitud de personas que se habían reunido en torno al extremo del puente.
—¡¿Puede ser cierto que este vivo aún, hay embarcaciones en el punto fijo donde se cayó el joven?! —preguntó una mujer , su voz ligeramente apagada y aprensiva

Suga se abrió paso entre la multitud, su mente inundada con preocupación.

—¡Tenemos que saber qué pasó! — dijo con determinación, alejándose de Jungkook.
Momentos después, se encontró frente a un policía.
— ¿Es cierto que alguien se cayó al mar? —preguntó .

El policía le sacó el móvil.
—Sí — dijo, su rostro lleno de solemnidad. — El chico se ha caído al mar, posiblemente un suicidio.

—¿Podría ver sus cosas? —preguntó .
El policía respondió con una mirada ausente, y después le mostró una credencial con la foto de Taehyung, que se habías caído, antes de saltar al mar.

Yoongi gritó y empujó a la multitud, su corazón latiendo como si fuera a reventar.
—¡Aparte Se de mi camino! — gritó, sacudiendo la credencial de Taehyung.
Jungkook lo miró y su corazón se encogió.
-Que...?
Sus voces se elevaron una sobre la otra como las olas del mar, ambos cayendo en desesperación.

— ¡Se arrojó al mar! —gritó Jungkook , su rostro distorsionado por la angustia.

Saber la verdad le dolió, golpeándolo como si fuese una puñalada por la espalda, se negaba a saber que lo había perdido otra vez, perder a esa persona dos veces, y no haber llegado a tiempo, no pudiese decirle toda la verdad que tanto anhelo, sus latidos le zumbaban al oído, las voces distorsionada todo estaba en silencio y lo único que podía escuchar era los látigos de su corazón acelerado, y la angustia recorriendo por todo su cuerpo.

Paralisis del sueño (Vkook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora