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TU novio era tan despistado en todos los aspectos de las mujeres. A veces era divertido y otras veces era realmente chocante lo poco que sabía; Jeongin siempre estaba metido en los libros, se ponía nervioso con facilidad, pero era increíblemente atractivo. Al borde de la locura por lo atractivo que era. Lo que hacía aún más misterioso que nunca hubiera tenido novia, y mucho menos que hubiera estado con una mujer.
A menudo te burlabas de él, aunque todo era inocente. Al menos durante los primeros meses de relación.
"Innie, eres un chico tan guapo", le decías mientras te apoyabas en su brazo, con la mejilla pegada a su hombro tan distraídamente, aunque sabías lo fácil que se ponía. Jeongin se deshacía en elogios con fuego en sus mejillas y se acercaba a ti para enterrar la cabeza en tu cabello celestial. Luego continuabas, riéndote mientras le acariciabas el hombro y le abrazabas: "Apuesto a que tú también tienes una polla bonita...", le susurrabas al oído, dejándole estupefacto y despistado.
"¿Qué...?" Y luego te ponías a hablar de otra cosa, fingiendo que no habías dicho nada. Como si tus palabras no hubieran dejado su (de hecho, muy bonita) polla medio dura y empezando a escocer por el pecado, una pequeña mancha de humedad de la punta tatuando sus pantalones de chándal de un tono más oscuro.
