Sancocho de pollo con amor

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Desde pequeña, era una niña que escogería comer todo tipo de dulces antes que un sancocho hecho por mi mamá. Pero un día, mi abuelo me dijo: "Ven, siéntate, te voy a contar una historia de cuando era pequeño.

Recuerdo no haber tenido todas las cosas que hoy posees. Yo tampoco podía comer dulces todo el tiempo como tú, aunque tu bisabuela, que en paz descanse, siempre priorizó tener una comida caliente y de calidad para toda la familia. Ella mantenía siempre la unión al comer, no como actualmente, que las familias eligen comer separadas."

Como te decía, ella siempre trató de demostrar su amor por nosotros, su familia, a través de sus comidas, que muchas veces eran hasta más deliciosas que un dulce. Tanto así que no podía parar de repetir hasta sentir un buen dolor de estómago, pero satisfecho por esas delicias culinarias. Pero también hubo veces en las que era como tú, sin querer comer los platillos de mi mamá. Decía: "Es asqueroso, no quiero esto, prefiero otra cosa". Y así fue por un buen tiempo, hasta que mi madre enfermó y todos los demás miembros de la familia estaban ocupados. Fue entonces cuando me di cuenta de que todo había cambiado.

Los adultos no querían estar con los niños en la mesa. El ambiente era extraño; Nadie quería hablar ni mirarse a los ojos. Pensaba que iba a ser mejor porque, en vez de comer lo mismo de siempre, comeríamos algo diferente que nos gustaría a todos, pero no fue así. Faltaba algo muy importante que solo la comida de mi mamá podía ofrecer: su amor puro por sus seres queridos. Ese amor no lograba degustarse con otro alimento. Sobre todo porque ella no estaba bien, sino enferma, lo que me ponía triste a mí y también al resto de mis familiares, que la extrañaban en su cien por ciento, no acostada y enfermiza en una cama.

Entonces grabé un día la canción que me cantó mi mamá: "Si un día llegas a enfermar, un rico sancocho deberás tomar. Tal vez no te pueda gustar, pero un par de sorbos y descanso te aliviarán".

Recordando la canción, me vino una idea: ¿por qué no intentó cocinarle a mi mamá un sancocho para que se sienta mejor y que todo vuelva a la normalidad? Así que me preparé para buscar su libro de recetas, luego ir al mercado por los ingredientes, llegar a casa antes que los demás, cocinar y servir el sancocho a todos, especialmente a mamá.

A pesar de haber sido un día agotador, conseguí el libro de recetas, así como todos los ingredientes en el mercado. Solo faltaba preparar el sancocho. Siguiendo las instrucciones del recetario, me dispuse a cocinar:

**Sancocho de Pollo****Ingredientes:**- 1 pollo cortado en presas- 4 tazas de agua- 2 papas medianas, peladas y cortadas en cubos- 2 plátanos verdes, pelados y cortados en rodajas- 1 cebolla mediana, picada- 3 dientes de ajo, picados- 1 cucharada de cilantro picado- Sal y pimienta al gusto**Instrucciones:**1. En una olla grande, coloca el pollo y cubre con el agua. Lleva a ebullición.2. Agrega las papas, los plátanos, la cebolla y el ajo. Sazona con sal y pimienta.3. Cocina a fuego medio-bajo durante 30-40 minutos, o hasta que el pollo y los vegetales estén suaves.4. Agrega el cilantro picado y ajusta la sazón si es necesario.5. Sirve el sancocho caliente, acompañado de arroz blanco, plátanos fritos o aguacate.Me preparé para seguir estos pasos, con la esperanza de que mi mamá se sintiera mejor y que todo volviera a la normalidad.

Allí fue cuando aprendí el valor de la comida, y también a apreciar a quien la cocina. Espero que lo entiendas, mi niña. Ve a comer y disfruta de la comida hecha con el amor.

Sancocho de pollo con amorWhere stories live. Discover now