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                                 MATHEW

Estaba descansando mi cabeza en mi pupitre mientras el profesor daba la clase, estos últimos días no había podido dormir bien y no sabía ah qué se debía, si había alguna cosa que odiara más que a nada en el mundo era no poder dormir bien.
—Joven Mathew, ¿está escuchando mi clase?—El profesor capto mi atención.
—Ah, si, disculpe.
Que aburrida era la materia de álgebra, la odiaba con todo mi ser. Miraba la ventana y vi algo que captó mi atención, un chico nuevo, quizá un poco más alto que yo, su piel era pálida y su cabello era castaño oscuro algo largo, era nuevo ya que nunca lo había visto por el instituto, le moví el brazo a mi mejor amiga, Stephy.
—En lugar de estar viendo moscas deberías estar poniendo atención a la clase, luego repruebas y no entiendes nad...—Antes de terminar la frase ella ya había volteado, enfocando sus ojos al chico nuevo. Nos parecía bastante extraño un nuevo estudiante ya que vivíamos en un pueblo algo alejado de la ciudad y que viniera una nueva familia a mudarse a un pueblo en lugar de una ciudad era bastante...¿raro?
—¿Lo conoces, Mathew?
—Como mierda lo voy a conocer.
—Andas de mal humor hoy, eh.
Yo solo puse mis ojos en blanco y volví a mi hoja de cuaderno que estaba en mi pupitre, por alguna extraña razón ese chico me había dado una sensación rara, no de incomodidad o de miedo si no una sensación extraña, como si ya hubiera visto en alguna parte, quizá era alguno de mis amigos cuando era un niño
Minutos después sonó el timbre para el almuerzo, Stephy se había quedado en su lugar mientras yo iba al baño para después volver a mi aula y almorzar. Definitivamente estaba tan absorto en mis pensamientos que terminé caminando hacia el lado contrario de el baño y fue ahí cuando pude volverlo a ver. Era mucho más alto de lo que yo había visto, sus ojos eran negros con una increíble profundidad, su cabello castaño largo le llegaba un poco más arriba de los hombros y finalmente su rostro pálido y unas ojeras algo notorias debajo de sus ojos. Ese chico había llegado con un aura bastante pesada, como si muchos ángeles de la muerte vinieran a su lado, mucha penumbra y sobre todo...la sensación de una persona mentirosa, peeeero en fin, yo siempre solía juzgar a las personas en el primer momento y todo el tiempo salía con lo mismo, <<me da mala vibra, va a matar a todo el pueblo>>.

Horas después.

Las clases habían terminado después de unas horas, no volví a ver al chico pálido desde que había regresado de él baño. Stephy y yo nos encontrábamos caminando a casa, ambas casas estaban cerca y por el mismo rumbo.
—Sabes, vi un gran parecido entre tú y el chico nuevo.—¿De que estaba hablando?, ¿cual parecido? Sin duda alguna a Stephy se le doblaban los cables de vez en cuando.
—¿De que hablas?
—Hablo de que ambos tienen una gran similitud en sus rostros, ¿no lo notaste, Mathew?
—Estas mal de la cabeza, Stephy.
—Ch, nunca notas nada, Wrigth.
Llegue a casa después de unos minutos caminando, sin duda alguna las palabras de Stephy me hacían eco en mi cerebro, ¿yo? ¿Parecerme a ese chico?, por favor...estas loca Stephy. Me quede unos minutos analizando todo, mi espalda se encontraba recargada en la puerta de mi hogar, sacudí la cabeza de lado a lado para olvidar la conversación con mi mejor amiga y me dirigí hacia una gran mesa que estaba pegada a una de las paredes de mi casa, dicha mesa tenía un retrato de él con velas a su alrededor y pequeñas flores adornando la urna que contenían las cenizas de mi hermano fallecido, a veces odiaba ver esa urna delante de mí porque me sentía culpable de su muerte quizá todo hubiera sido diferente si yo no hubiera hablado aquel día. Una voz me saco de mi trance.
—¿Mathew?—La voz de mi madre—me gire hacia ella.
—Ah, olvide avisarte que ya había llegado, mamá.—Ella captó como yo estaba delante de la urna.
—Arregle su urna para su cumpleaños...18.
—Así lo supuse—reí con nostalgia a lo bajo.
Aunque no lo dijera, yo sabía que mamá también se sentía demasiado culpable por la muerte de mi hermano, el día que pasó todo ella no estaba en casa por trabajar. No era su culpa, en ese momento me vino un pequeño recuerdo que me hizo sonreír con tristeza y nostalgia. Éramos yo y mi hermano en un pequeño parque que estaba algo alejado de nuestra casa en aquel entonces porque ahora ya no existía.
—Anda, solo serán unos minutos, Mathew.
—¿Y si mamá se entera? ¡Nos va a castigar!
—No nos hará nada, ¡vamos!—Mi hermano me había jalado de la mano para llevarme a una cabaña algo grande en una colina, en medio del bosque y ambos entramos
—¿Cómo encontraste esta cabaña?
—La encontré un día que buscaba algunas flores que mamá me había pedido y a partir de ahora aquí será nuestro lugar secreto cuando salgamos a jugar.
—Es bonita—En ese momento vi como mi hermano me acercaba una caja sellada.
—¿Qué es esto?
—Es un regalo, ¡ábrelo!—Mi corazón se emocionó al escuchar la palabra "regalo" y comencé a abrir la caja rápidamente. Cuando termine de quitar la tapa pude ver un colgante con mi nombre "Mathew" y otro con el nombre de mi hermano, "Ryan".
—Son colgantes con nuestros nombres, yo tendré el tuyo y tú tendrás el mío, ¿sale y vale?
—¡Sale y vale!—Grite con entusiasmo.
—A partir de ahora nada podrá separarnos y cuando uno de nosotros muera dentro de muchos años, se llevará el colgante con él hasta la tumba—Decía mi hermano felizmente mientras me colgaba el collar.
Regrese a mi actualidad y me di cuenta que mis mejillas estaban húmedas mientras mamá me abrazaba por detrás, me había puesto a llorar sin darme cuenta, la presencia de mi hermano me hacía falta demasiado y mamá lo sabía, eso la rompía aún más, sin embargo yo siempre trataba de alentarla ya que solo quedábamos dos en esa casa tan grande, mi hermano se había ido y pues mi padre...¿que puedo decir? Se fue sin dar explicación alguna.

8:19 PM

Me encontraba leyendo un libro en mi habitación con la ventana abierta, tenía que aprovechar estos últimos días que venían con un clima agradable por la noche porque luego llegaría el otoño y después el invierno. Silbaba con mi boca mientras seguía leyendo hasta que escuché un pequeño ruido proveniente de afuera, mi casa daba paso al bosque, me asomé levemente por la ventana y fui ahí cuando noté una figura oscura que llevaba arrastrando algo cosa que no se me hizo extraño porque varios cazadores iban a cazar a esa zona así que supuse que era uno de ellos...<<Pobres venados>> mencioné en mi mente y volví a dirigir mi vista sobre el libro sin embargo...aquella vista me había dejado un sentir extraño en el pecho. Finalmente me dormí.

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⏰ Última actualización: Jun 19 ⏰

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