winrina as songs

Heather

Basada en
Heather — Conan Gray

***

Me terminé de vestir y fui hasta el espejo de la habitación para terminar de arreglarme el pelo. Un poco de maquillaje por aquí, un poco de perfume por allá. Me arreglaba con ganas y entusiasmo para alguien que no me veía nada más que como una amiga.

Suspiré. Agarré mis cosas y fui directa a clase.

Hacia un año que no dejaba de pensar en Karina. Llegué nueva al centro de trainee, era el lugar donde me habían admitido para prepararme para mi futuro; ser una estrella. Parecía muy lejano, pero aquellos pensamientos inseguros desaparecieron cuando la conocí a ella y su gran corazón. Hizo que todo fuera más fácil, que lo difícil fuera algo simple y que quererme a mi misma era el principal objetivo de eso.

Me enamoré profundamente de ella, de su manera de reír, de cómo ayudaba a las personas, de su forma de ser. Me enamoré de toda ella porque era perfecta, pero también entendía que alguien como ella mereciera a una persona a su altura.

Esa era Heather.

Entré en la primera clase, era de canto. Había que hacer un calentamiento previo para que no afectara a la voz en frío. Dejé las cosas en una de las mesas y me giré, entonces te vi con ella. Tus dedos y los suyos estaban entrelazados, tu balanceabas tu mano con la de ella como dos enamoradas, entonces te giraste y pasaste tu brazo por su hombro dandole un pequeño beso en la mejilla.

Mi corazón dio un retumbo sin control. Estaba acostumbrada a eso, llevais juntas desde hace dos meses y sé que sientes cosas por ella, y Heather por ti. Puedo verlo en sus ojos. Pero me pregunto si ella podrá captar que en los míos solo hay tristeza.

Empecé a calentar la voz en la parte de atrás intentando pasar desapercibida.

Karina no me habia visto aun, ella seguía en la parte delantera del aula y sinceramente no me apetecía llamarla, así que me mantuve detras en silencio. La profesora empezó a dar indicaciones de como sería la clase de hoy y sin querer me distraje, lo hice cuando vi a tu novia quitase la chaqueta y dejando a la luz ese suéter rosa del que tanto hablamos.

¿De verdad se lo has regalado a ella?

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Terminé de colocar los adornos en el arbol mientras escuchaba la risa de Karina a mi derecha. Llevaba un buen rato intentando colocar la estrella en el arbol pero no había manera.

—¿Quieres que te ayude? —dije riendo.

—Eres más baja que yo, estaríamos en las mismas.

—Perdona, un centímetro solo —repliqué provocándole la risa.

—¿Ese centímetro nos ayuda en algo?

—Pues no.

Mientras reíamos agarré una de las sillas de la cocina y se la llevé hasta ella.

—Súbete, yo te sujeto.

Ella, dudosa, se subió a la silla y colocó su mano sobre mi hombro.

—Como me tires te mato.

—Debería mover la silla a caso hecho ahora.

La mirada de Karina bajó a mi.

—¿Quieres morir?

Reí al verla así. Estaba tan emocionada por la navidad, adorabas esta época del año y es increíble como tu humor cambiaba por completo al llegar Diciembre.